«El índice PMI del sector servicios ha experimentado un aumento en comparación con el mes anterior. De manera similar a las mejoras observadas en el sector manufacturero, el impulso en el sector servicios también se debe al aumento de la demanda interna. Parece que España actualmente está atravesando un repunte impulsado por la demanda. Nuestra estimación anticipa un sólido crecimiento en el primer trimestre. Sin embargo, los impulsos procedentes del exterior siguen siendo limitados», señalan en Hamburg Commercial Bank.
Así, el índice PMI de actividad comercial del sector servicios español se mantuvo por encima del nivel de ausencia de cambios de 50 por sexto mes consecutivo en febrero al subir a 54,7 de 52,1. El repunte de la actividad estuvo estrechamente relacionado con un aumento similar de los nuevos pedidos. Los encuestados advirtieron una notable mejora en la demanda de servicios en febrero. Dicha mejora dio lugar al tercer incremento mensual consecutivo de los nuevos pedidos, que fue el más marcado en nueve meses. No obstante, el crecimiento provino en gran medida de fuentes internas: los nuevos pedidos de exportación disminuyeron en febrero por séptimo mes consecutivo, aunque al ritmo más débil de esta secuencia. Hubo algunos informes de que la incertidumbre política y económica afectó las ventas al exterior.
Las empresas prevén ampliamente en febrero que el crecimiento de los nuevos pedidos y la actividad se mantendrá. La confianza general en el futuro se fortaleció marcadamente, alcanzando su nivel más alto en dos años. Hay esperanzas de una mejora de la demanda y de que la puesta en marcha de nuevos proyectos impulse las ventas.
Estas previsiones positivas se reflejaron en la actividad de contratación y las empresas registraron otro aumento mensual del empleo. Según los últimos datos, el crecimiento del empleo fue sólo un poco inferior a la máxima de ocho meses de enero. Esto ayudó a las empresas a mantener al día las cargas de trabajo y los pedidos pendientes aumentaron sólo ligeramente frente al mes anterior. No obstante, a juzgar por los últimos datos, el aumento del empleo impulsó los costes medios laborales.
En algunos casos, las empresas también mencionaron las dificultades para contratar personal adecuado, lo que aumentó la presión al alza de los salarios. También se observó una inflación de los precios de los proveedores en general, junto con un aumento de los costes de la energía y del transporte. Esto significó que en febrero los costes de los insumos en general aumentaran a la tasa más fuerte desde mayo de 2023.
Las empresas respondieron al aumento de los costes subiendo sus tarifas. Los últimos datos indicaron que los precios medios de venta aumentaron en febrero, extendiendo así el actual período de inflación a casi tres años. De hecho, la tasa de aumento de las tarifas fue la más pronunciada registrada por el estudio en 12 meses.
En Hamburg Commercial Bank comentan también que «el aumento de la actividad comercial es un buen augurio para los empleados. En la situación actual, las empresas buscan contratar personal para gestionar los nuevos pedidos y anticiparse al aumento de la actividad futura. Algunas empresas se están enfrentando a dificultades para encontrar personal adecuado, probablemente debido a la escasez de personal cualificado».
«Desafortunadamente, el repunte también tiene sus desventajas, tal y como lo demuestra el análisis de los precios. Los precios de los insumos están aumentando rápidamente para las empresas debido a varios factores. Los empleados exigen salarios más altos a raíz del aumento de la inflación. Además, algunas empresas informan de aumentos en los costes del transporte y de la energía. El aumento del precio energético puede estar relacionado con que el Gobierno ha puesto fin a la reducción del impuesto al valor añadido en las facturas de la electricidad en enero», destacan.
En este entorno, «las empresas están intentando repercutir el aumento de los costes a los clientes. Su respectivo índice de precios cobrados ha vuelto a aumentar a un ritmo acelerado, alcanzando su máxima en un año. Prevemos que la inflación en España persista en 2024. Las empresas de servicios españolas se muestran positivas sobre el futuro. Los encuestados expresaron pronósticos optimistas para la demanda, acompañados de expectativas de reducción de la inflación y la realización de nuevos proyectos en 2024», concluyen.