Siempre mirando al frente, aunque consciente del peso de la tradición, Monte la Reina es el artífice del primer chardonnay de la comarca de Toro, donde está considerada la precursora de una nueva era. Esta bodega late al ritmo vertiginoso de la sociedad actual, cambiante, frenético y siempre en busca de nuevas tendencias; desde sus inicios dejó clara su vocación rupturista —es pionera en la elaboración de verdejo en la zona—. Pese a juventud —es una de las bodegueras más jóvenes de la región—, y quizás por eso mismo, Carolina da un paso adelante y se desmarca con Salvaje, el primero de su categoría en esta tierra; con esta creación una vez más juega con lo establecido y busca nuevos horizontes vinícolas, sin dejar de lado el respeto por los orígenes y la responsabilidad de conservar una cultura milenaria. Monte la Reina mezcla lo clásico con lo contemporáneo, y logra que bajo su firma cada sorbo se mueva entre viñedos centenarios y un espíritu aventurero.
Salvaje está elaborado al 100 % con uva chardonnay —por ser de esta variedad no está amparado bajo la D.O. Toro— recogida en la pasada vendimia y procedente de un viñedo plantado hace ocho años. Con una crianza de tres meses en barrica posterior a su fermentación alcohólica en barrica, este vino de autor recoge la esencia de la marca: innovación y atrevimiento para hacer lo nunca visto hasta la fecha en el sector. Esa libertad de la que ha gozado Carolina para convertir su sueño vinícola en realidad está recogida en este nuevo producto. Bajo la metáfora del salmón salvaje, que lucha a contracorriente cada año para remontar el río y desovar, Salvaje alude a ese carácter valiente, decidido y constante de Monte la Reina y de la propia Inaraja, que ha sabido ganarse un hueco en una comarca con mucha tradición; ha convertido su bodega en ese nuevo horizonte al que mirar en Toro con la creación de vinos únicos, de calidad y personalísimos.
NOTA DE CATA
De color amarillo pajizo con reminiscencias doradas, limpio y cristalino, Salvaje resulta fresco y cítrico en nariz, con recuerdos propios de la variedad, como manzana, piña, fruta de hueso y pomelo, junto a los aromas secundarios que aparecen por su paso en barrica —encontramos frutos secos, especiados y notas balsámicas de hierbas aromáticas como hinojo—. Ya en boca tiene una buena acidez y frescura, aporta untuosidad y nervio. El resultado es un vino blanco graso y equilibrado, con postgusto cremoso y elegante; es largo y envolvente. Salvaje es ideal para maridar con guisos de legumbres, pescado blanco a la brasa, pastas y arroces, así como con carnes con salsas cremosas y quesos con frutos secos.
P.V.P. Castillo de Monte la Reina Salvaje: 15€