En este contexto, cada vez son más los conductores que se decantan por vehículos usados para satisfacer sus necesidades. A pesar de que el mercado de vehículo nuevo va camino de normalizarse, la escalada de precios a nivel general ha despertado el interés de los compradores por el mercado de seminuevos, donde los usuarios pueden encontrar buenas oportunidades, especialmente entre los vehículos procedentes de contratos de renting, automóviles prácticamente nuevos y con todas las garantías.
Sin lugar a dudas, el renting de un vehículo usado encaja a la perfección en el nuevo contexto y en la nueva forma de entender la movilidad, pues se postula como una efectiva palanca de liquidez para las familias que va a contribuir decididamente a modernizar el parque automovilístico. Por un lado, la modalidad de renting evita desembolsos económicos importantes y, por otro, cabe destacar que los vehículos de ocasión procedentes del renting son más tecnológicos, más seguros y mucho menos contaminantes, al tratarse de vehículos de solo 3 o 4 años, frente a la edad media de antigüedad del parque en España que supera ya los 14 años, según ANFAC.
Esta forma de movilidad ha sabido adaptarse a los cambios, a las necesidades y a las demandas de la sociedad. De hecho, desde hace tiempo las compañías han incrementado la flexibilidad de sus servicios, reduciendo la tensión de su cadena de valor y despertando un mayor interés por esta fórmula de adquisición de vehículos en todos los ámbitos. Por eso, este tipo de servicios de renting para particulares en el mercado de coches seminuevos va a ser decisivo en el camino de la movilidad de cara a los próximos años.
Se trata de un renting de vehículos de ocasión para particulares que permite dar una segunda vida a los vehículos procedentes de renting al finalizar su contrato. Todos los vehículos disponibles cuentan con una información detallada de su historial, están completamente revisados y vienen acompañados de los servicios y de las ventajas del “todo incluido” de un vehículo de renting: el seguro, el mantenimiento, los cambios de neumáticos, o la asistencia en carretera, entre otros. Este catálogo de automóviles es
también mucho más eficiente energéticamente, por lo que su adquisición permite modernizar el parque automovilístico y abrir la puerta, definitivamente, a una movilidad más limpia y sostenible.
Pero además de la adaptación a los compromisos ambientales, este tipo de renting ha sabido adaptarse a las necesidades de movilidad de la nueva sociedad. La flexibilidad de sus servicios y la adaptación de sus productos le permiten afianzarse como una de las fórmulas preferidas entre los conductores.
Todas estas ventajas, en una coyuntura de incertidumbre social, económica y energética potencian la tranquilidad de los usuarios, fundamentalmente, la de los particulares, ya que esta fórmula de adquisición de vehículos les permite que, en caso de que la legislación y/o las necesidades personales varíen, puedan cambiar de coche en un plazo corto de entre 6 meses y 5 años. Por todo ello, estos productos y servicios adaptados a la situación actual van a ser clave en el potencial que tiene el renting en el nuevo escenario y van a propiciar que esta industria sea capaz de mantener el pulso y el impulso necesario para su crecimiento, expansión y consolidación.