Pero si por algo destaca sobre todo lo anterior es por ser la Capital del Vermut, bebida que elaboran desde 1892, habiendo sido el principal productor de este vino macerado con botánicos en Cataluña y España. En esta ciudad se concentran 8 marcas que lo continúan elaborando siguiendo el método tradicional. En ningún otro lugar podría haber una Estación enológica; una ruta y un Museo del Vermut -ubicado en un edificio modernista que fue fábrica de sombreros-, con cerca de 6.500 artículos y objetos de colección -desde merchandising a etiquetas o botellas- de más de 2.000 marcas elaboradas en 57 países del mundo. Por supuesto también hay etiquetas para beber, ¡y superan las 100!
Y quizás no tantas, pero en cada esquina de Reus hay una terraza, un restaurante o establecimiento donde disfrutar de su gastronomía, los fabulosos vinos de la zona, la avellana DOP Reus, los aceites de la DOP Siurana, el Pan de Pagès con IGP y otros muchos ingredientes de Km 0 en sus mercados tradicionales.
Muestra de ello es el Gaudí Centre Reus, un lugar para experimentar el universo del genio, el único centro de interpretación dedicado a su vida y obra, y en torno a la que también hay una ruta para descubrir los espacios que frecuentó en los 16 años que vivió allí. No es casualidad que las calles del casco antiguo de la ciudad que le vio crecer estén llenas de fachadas modernistas de exquisito gusto e infinidad de detalles que se inspiraron en su obra. Edificios del arquitecto Lluís Domènech i Montaner -como la Casa Navàs, la Casa Rull o la Casa Gasull-, son muestras bien relevantes del modernismo catalán.
Pero más allá de por su cultura arquitectónica y gastronómica, Reus también es conocida como la ciudad de las compras, de aquí la frase “Reus, el arte de comprar paseando” con una concentración comercial que la ha convertido en referente en toda Cataluña por su amplia oferta y por el excelente trato y profesionalidad de sus comerciantes. Un gran escaparate de tiendas de las mejores marcas de moda, junto a los comercios familiares de gran tradición entre los que pasear de camino a un vermut musical, una de las vermutadas populares que se organizan durante el año, la Fira del Vi o sus fiestas grandes, donde es habitual tomar ‘masclet’, una preparación a base de vermut y un refresco de frutas local llamado plim.