«Trasladaremos la mayor parte de la capacidad de Ryanair para el invierno en la España Regional a aeropuertos más eficientes en Italia, Marruecos, Croacia, Suecia y Hungría» ha esgrimido el CEO de la compañía irlandesa, Eddie Wilson, durante una rueda de prensa celebrada en Madrid.
Estos recortes suponen una reducción del tráfico aéreo en los aeropuertos secundarios -aquellos con menos de tres millones de pasajeros- del 41% (600.000 plazas), que afectarán en mayor medida a Santiago, donde cierra su base de dos aviones, a Vigo, donde suspende todos los vuelos a partir del próximo 1 de enero, Zaragoza (-45% de capacidad), Santander (-38%), Asturias (-16%) y Vitoria (-2%). Además, continuará sin operar en los aeropuertos de Valladolid y Jerez durante el invierno. La aerolínea irlandesa de bajo coste también reducirá un 10% su oferta de asientos en las Islas Canarias (400.000 plazas) con una cancelación de 36 conexiones con la Península y la suspensión de todos sus vuelos a Tenerife Norte desde el mes que viene. Ryanair mantiene su compromiso con España, pero no podemos justificar una inversión continuada en aeropuertos cuyo crecimiento se ve bloqueado por tasas excesivas y poco competitivas. Es sorprendente que, a pesar de contribuir con 28.000 millones a la economía española y aportar uno de cada tres turistas, no haya voluntad de colaborar para estimular el tráfico en las zonas que necesitan capacidad, conectividad e inversión» ha lamentado el directivo irlandés antes de instar a la CNMC y al Gobierno a rechazar los «excesivos aumentos de las tasas» y «ampliar la congelación de las mismas». Consultado por su comunicación con el gestor aeroportuario, el CEO de la compañía se ha mostrado reacio a la negociación. «No hace falta negociar porque funciona como un monopolio, sólo podemos apelar al regulador competente» ha señalado.
La compañía, no obstante, seguirá creciendo en los grandes aeropuertos como Madrid, Barcelona, Málaga y Baleares -además de Málaga y Alicante- y revelará su programación en las próximas semanas. El repliegue, por ende, se concentra en los regionales, donde ya ha dejado un vacío de 800.000 plazas en la presente temporada estival. Si nos atenemos al precedente, su salida ha causado una pérdida de 240.702 viajeros en los siete aeropuertos desde abril a julio, dada la elevada cuota que sostiene la irlandesa. Para la nueva temporada, las consecuencias serán aún más devastadoras si se tiene en cuenta que el recorte se aplicará sobre una programación muy inferior a la de verano.
El asunto se recrudece al considerar las dificultades que está teniendo Aena para encontrar sustitutos que cubran el vacío de la irlandesa en estos aeropuertos. La reculada de Ryanair ha dejado un vacío en varias conexiones que, por el momento, no ha sido compensado por otras compañías. Ni los esfuerzos del Ministerio de Transportes ni las gestiones de Aena han logrado persuadir a aerolíneas como Vueling, Volotea o Air Nostrum para que asuman esas rutas de corto recorrido.