«Esa locomotora no se deshace, no desengancha los vagones para que unos pocos, los que van delante, vayan más rápido. Esta locomotora tira de todo el convoy y no deja a nadie rezagado», ha señalado el presidente durante su intervención en clausura la XXXII Asamblea General de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES). Así, el presidente ha subrayado que España crece de forma «robusta y sostenible», en un contexto geopolítico tan difícil como el que se está viviendo en todo el mundo, lo que demuestra que el modelo económico de los últimos años «funciona», «porque se trata de crear más empleo mientras aumenta la protección social».
De hecho, Sánchez ha puesto en valor que la propia OCDE, en su informe, reconocía esta semana que el salario mínimo interprofesional y su subida no habían sido freno para la creación de empleo. «Se trata de crecer mientras se reparte de forma más justa los frutos de ese crecimiento. No de elegir entre uno y otro», ha recalcado.
Además, es un modelo que trata de reindustrializar la economía, mientras se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero o de fortalecer el Estado del Bienestar y de invertir más que nunca en innovación, al tiempo que se rebaja la deuda y el déficit públicos. «Frente a esos dilemas ficticios del neoliberalismo, elegimos apostar por otro modelo. Y ese modelo está funcionando, en buena medida gracias a la contribución de todos», ha remarcado el jefe del Ejecutivo. Esto pasa, por ejemplo, porque nadie sea abandonado a su suerte por no poder pagar un tratamiento para superar un cáncer de pulmón, o por que una mujer desempleada, víctima de la violencia de género, puede aspirar a tener una carrera universitaria gracias a una beca que pagan entre todos los españoles con los impuestos.
«Esa es la sociedad en su conjunto quien obra ese gran milagro que llamamos Estado del Bienestar, que algunos pretenden desmontar, convirtiendo los derechos en mercancía», ha enfatizado.
Con todo, el presidente ha destacado este modelo frente al aplicado hace 15 años, cuando el estallido de la crisis financiera. «Han pasado 15 años y 8 meses desde entonces, mucho más tiempo del necesario, para que España recuperara lo que aquella crisis se llevó por delante», ha señalado el presidente. Este «tiempo desperdiciado» ha sido causa, según Sánchez, de las recetas neoliberales que no contribuyeron «a nada, salvo a añadir mucho más dolor a esa crisis». «Tiempo perdido, entre otras razones, por no tener ni la fuerza ni tampoco el coraje de defender España frente a un dogmatismo que se impuso en Europa entonces, en aquella época y que, sin duda alguna, erró en casi todo», ha remarcado.
Para el jefe del Ejecutivo, la Europa de entonces era «la de los recortes, de la insolidaridad y contraria a sus propios valores». «La Europa que rescató a sus bancos, pero se olvidó de sus hogares, de sus cooperativas, de las pequeñas y medianas empresas, de los trabajadores autónomos», ha criticado. La Europa que, con sus decisiones equivocadas, contribuyó a crear «monstruos», como, por ejemplo, el Brexit o la pujanza de la ultraderecha, según Sánchez. «La Europa, en definitiva, que dio la espalda cuando tenía que haber dado la mano», ha lamentado.
No obstante, el presidente ha celebrado que la UE «aprendió la lección» y en estos años se ha forjado otra Europa, algo que se ha reflejado, por ejemplo, en la respuesta conjunta a la pandemia. «Una Europa y una respuesta solidaria y abierta, que protegió a los suyos y también protegió a los demás», ha destacado el presidente. Por ello, Sánchez considera que es una Europa «por la que merece la pena luchar».
«Esa Europa sí merece la pena luchar por ella. De su mano, de mano de esa Europa, hoy al fin podemos decir que España tiene menos personas en paro que en aquel lejano septiembre del año 2008, cuando quebró Lehman Brothers, y es un hecho profundamente simbólico», ha enfatizado.