La compañía ha justificado este resultado en el mayor coste del servicio de la deuda, por el incremento de la deuda, y en el mayor volumen de ventas de activos que fueron traspasados en 2012 a un precio «significativamente superior» al que finalmente se ha vendido en los años posteriores. No obstante, explica que estos ‘números rojos’ están alineadas con las provisiones ya constituidas. Dichas pérdidas han situado los fondos propios en una cifra negativa de 5.981 millones de euros. Sin embargo, Sareb recuerda la posibilidad que le otorga la ley de operar con fondos propios negativos.
El incremento de las pérdidas ha supuesto también una reducción de las minusvalías de sus carteras, que a cierre de junio era de 9.020 millones de euros, un 9,7% menos que en diciembre de 2023, de los que 8.177 millones de euros se corresponden con la unidad de activos financieros (que incluye los activos inmobiliarios procedentes de la adjudicación de activos financieros) y 843 millones, con la de inmobiliarios. Volviendo a la cuenta de resultados, Sareb ha destacado que ha incrementado el volumen de ingresos en un 13% en el primer semestre, hasta los 1.314 millones de euros frente al mismo periodo del año anterior, cuando generó unos 1.164 millones de euros. «En términos de volumen, esto ha supuesto generar 149 millones de euros adicionales encontrándose concentrado, principalmente, en la cartera para desinversión de activos inmobiliarios, que ha experimentado un ascenso en sus ventas del 30% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior», señala el informe.
La comercialización de activos inmobiliarios ha reportado unos ingresos de 813 millones de euros fruto de las ventas de residencial (+20%), terciario (+43%) y suelo (+24%). En concreto, Sareb vendió en los seis primeros meses del año 16.016 actvos inmobiliarios. En el área residencial, la entidad ha vendido 5.230 viviendas en los seis primeros meses del año, que en su gran mayoría fueron compradas por particulares. El precio medio de esas viviendas se situó en 102.000 euros. Asimismo, la compañía ha ingresado 141 millones de euros en el primer semestre por la venta de suelo y otros 129 millones de euros por ventas del segmento terciario.
Además, ha señalado que en 2023 decidió reforzar su apuesta por la venta de obras paradas. El «buen desempeño» de esta labor ha permitido a la compañía ingresar 64 millones de euros entre enero y junio de 2024, un 180,9% más que en el mismo periodo del año anterior.
A la aportación del área inmobiliaria de la compañía, se han sumado los ingresos por activos financieros, que han ascendido a 294 millones de euros, lo que representa una caída del 7,1% respecto al mismo semestre de 2023 lo que, según Sareb, se explica por la «lógica reducción» del peso de estos activos en su balance, cuyo objetivo es hacer líquida la cartera de préstamos que heredó de las entidades que precisaron ayudas públicas tras la crisis financiera.
De forma concreta, ha explicado que la disminución se concentra en la línea de amortizaciones y cancelaciones y obedece principalmente a la cancelación anticipada de posiciones al corriente de pago, como consecuencia del incremento en los tipos de interés de referencia iniciado en el último cuatrimestre de 2023.
No obstante, ha recalcado que, lo que respecta a las líneas de negocio cuyo resultado sí depende de la gestión proactiva por parte de la compañía, se observa un «mejor desempeño» frente al primer semestre de 2023 a pesar de contar con una cartera más reducida. Fruto de la estrategia de la compañía y de los procesos de venta y transformación de activos, la cartera total de préstamos se ha reducido durante el primer semestre de 2024 un 8,9% con respecto a la de cierre de 2023, hasta los 8.015 millones de euros. Esto supone una disminución de 781 millones de euros, habiendo reducido la compañía desde su origen un 79,7% su cartera de activos financieros, desde los 39.438 millones de euros iniciales.
En cuanto a los gastos, Sareb destaca el continuo esfuerzo de contención que está realizando desde la puesta en marcha de un plan de eficiencia en 2020. Así, durante el primer semestre de 2024, sus gastos de explotación se han situado en 239 millones de euros, cifra que supone una reducción del 15% frente al mismo periodo de 2023.
Sareb también ha destacado la línea de negocio de vivienda social, cuyos ingresos han sido de 20 millones de euros en el primer semestre de 2024, un 12% más que en el mismo periodo del año anterior, algo que permite que esta línea de negocio sea «sostenible». En octubre de 2024, Sareb ha aprobado más de 8.000 alquileres sociales con acompañamiento y ha movilizado cerca de 10.000 viviendas para fines sociales, si a esos alquileres se suman las más de 1.700 viviendas cedidas en Convenio a Administraciones públicas para fines sociales. El 20% de las familias que forman parte del Programa de Alquiler Social con Acompañamiento –puesto en marcha por Sareb en 2022– ya ha mejorado los ingresos en 340 euros mensuales