Starbucks se enfrenta a una de las peores multas de toda su historia. Según ordenó un jurado de California, la mayor cadena de cafeterías del mundo deberá pagar 50 millones de dólares a un repartidor por entregar de forma negligente un vaso de té hirviendo causándole quemaduras de tercer grado.
El hecho ocurrió en febrero de 2020, cuando el repartidor Michael García se disponía a recoger tres tés calientes de un autoservicio de Los Ángeles. Al sostenerlos, uno de los vasos no estaba asegurado y le ocasionó lesiones graves en los muslos y en los genitales. García fue llevado de urgencia al hospital para después continuar su recuperación en el Centro de Quemados de Grossman, donde se tuvo que someter a injertos de piel. «La vida de Michael García ha cambiado para siempre. Ninguna cantidad de dinero puede reparar el daño catastrófico permanente que ha sufrido», declaró Nick Rowley, abogado del afectado.
Tal y como detalló Courthouse News Service, una empresa que proporciona información legal a abogados y profesionales legales, uno de los vasos tenía la tapa mal ajustada y la bebida se derramó apenas dos segundos después de que el hombre las llevara a su vehículo. «El vídeo mostró que Michael no hizo nada mal», según declaró Rowley, agregando que las quemaduras de su cliente se debieron específicamente a la tapa mal puesta.
Starbucks confirmó que apelará el veredicto del jurado. «Nos solidarizamos con el Sr. García, pero discrepamos de la decisión del jurado de que fuimos responsables de este incidente y consideramos que la indemnización concedida es excesiva», declaró un portavoz de la compañía en un comunicado. «Siempre nos hemos comprometido con los más altos estándares de seguridad en nuestras tiendas, incluyendo la manipulación de bebidas calientes», puntualizaron.
Esta no es la primera vez que Starbucks tendrá que pagar una multa económica considerable. En 2023, la cadena fue condenada a pagar 25,6 millones de dólares a una exdirectora de raza blanca que denunció a la empresa por despedirla injustamente tras la sonada detención de dos hombres negros en un establecimiento en 2018, en la que no estuvo involucrada.
En otra sentencia de 2021, una cafetería de Starbucks de Dublín fue condenada a pagar a una clienta de origen tailandés una compensación de 12.000 euros, después de que una empleada dibujara una cara sonriente de «ojos rasgados» en el vaso de papel de la consumición.