Y no es casualidad porque las baterías sostenidas por don pedrito han respondido con celeridad a la simple insinuación de una gestión política sucia de la que es principal protagonista el ex ministro de Hacienda.
Una de las cosas mas curiosos es que estando todo el sumario bajo secreto y desconociéndose absolutamente todos los detalles los medios afines se mueven en ese submundo de las insinuaciones que resulta bastante divertido, Así por ejemplo la consultora no es tal, sino un despacho fundado por Montoro, pero no se mencionan al resto de los socios, ni se dice que al ser nombrado ministro vendió su participación en esa entidad.
Igualmente, se dice que el despacho cobró, nunca que facturo, cuando en cualquier actividad las empresas primero facturan y luego cobran; si omites la primera acción estás sugiriendo que el cobro fue, cuando menos curioso, sino fraudulento y no fruto de un trabajo realizado.
No digamos nada de las declaraciones de los ministros: En todas ellas, Montoro es cualquier cosa menos guapa, y no hay por donde cogerlo. Pero claro, si nos fijamos de donde vienen los sanchistas es lógico y natural que esta panda de desgarramantas que no van a dejar el poder ni con agua caliente, se abracen posible desaguisado de Montoro como última esperanza para que los koldos no lo hundan del todo, pero no parece que, por grave que llegue a ser . habrá que esperar unos meses- lo de Montoro y por sobradamente probados que estén los abusos de poder en tiempos de Rajoy, vaya a servirle al PSOE este caso para neutralizar los efectos del suyo. Básicamente porque el gobierno de Rajoy es pasado y el gobierno Sánchez (con sus ministros en estado de vigilia por si se les apareciera la UCO) es rabioso y debilitado presente.
Como señala un analista, hoy el que gobierna no es otro que Sánchez y el caso de corrupción más reciente (presunta) es el de sus dos hombres de confianza.
Montoro es un simple consuelo más que pasajero, porque a la vuelta de las vacaciones serán Cerdán y compañía los que vuelvan a sacudir el tablero.
Y los socios seguirán llamando a la puerta de Moncloa exigiendo que se cumplan los compromisos adquiridos o de lo contrario amenazaran con el desalojo