Y es que el candidato victorioso en las elecciones se enfrenta a un cordón sanitario creado por las teóricamente fuerzas progresistas, que nada tiene de ello, que uniéndose y formando un auténtico cartel están dispuestos a que Nuñez Feijoo nunca llegue a gobernar.
De cualquier forma, las cosas están tan ajustadas que cualquier cosa puede pasar, porque todo se trata de que a los 172 escaños con los que cuenta el político gallego solo le faltan cuatro mas para hacerse con el poder o también, que su rival Sánchez no supere esa cifra y se quede simplemente u llanamente con sus 171 escaños del hoy cartel de la política que ha conformado con ayuda de unos y de otros.
Es decir, la situación con ser compleja no es imposible de desmontar y eso es lo que mas nerviosos tiene a los socialistas. En España ya ha pasado de todo. Inclusive la fuga de diputados de un partido a otro para formar mayorías de gobierno, o la simple abstención de unos pocos y se acabó la mayoría fugaz y endeble.
De cualquier forma, la tarea no es encilla y el tiempo con el que se cuenta es escaso, pero Feijoo todavía tiene esperanzas y muestra cierta fortaleza.
Habrá que esperar cuatro semanas y todo estará visto para la votación en favor o en contra de un proyecto nuevo político.