Por tipo de vivienda, la tasa anual de la vivienda nueva disminuyó 3,5 puntos, hasta el 7,5%. Por su parte, la variación de la vivienda de segunda mano se situó en el 3,6%, cuatro décimas por encima de la registrada el trimestre anterior. Por tipo de vivienda, los precios de la vivienda nueva disminuyeron un 1,4% entre el tercer y cuarto trimestre. Por su parte, los precios de la vivienda de segunda mano bajaron un 1,0%.
Los precios de la vivienda presentaron tasas anuales positivas en todas las comunidades. Las mayores subidas de precios se produjeron en Andalucía (5,3%), Comunidad Foral de Navarra (4,7%), Canarias y Comunidad de Madrid (4,5% ambas). Y las menores en Castilla-La Mancha (2,1%), Extremadura (2,2%) y Galicia (3,4%).
Desde el portal inmobiliario pisos.com, su director de Estudios, Font, destaca que “el precio de la vivienda en España sigue creciendo de manera estable cerca del 4%. Mientras que en 2022 los aumentos eran superiores llegando a máximos del 8,5% a principios de año, en 2023 el precio ha crecido siempre entre el 3,5% de principio de año y el 4,5% del tercer trimestre”, subraya el experto. “La tendencia afecta tanto a la segunda mano como a la obra nueva, aunque es la vivienda a estrenar la que crece con más ímpetu, registrando un 7,5% frente a un 3,6% de la vivienda usada”, detalla el director de Estudios de pisos.com. La heterogeneidad sigue siendo la tónica que sigue imperando en esta estadística desde que se inició la recuperación en 2015. Si bien siguen existiendo diferencias notables entre territorios, en todos ellos los crecimientos tienen tendencia a moderarse respecto al cierre del año pasado, salvo en Aragón, donde se iguala la cifra.
Font resume así la evolución del precio medio de la vivienda en España: “después de un 2022 de importante recuperación en los precios, se cierra un 2023 que, si bien consolida la tendencia al alza, se muestra más mesurado que el año anterior. Las previsiones para el 2024 son que se continúe con la tendencia de crecimiento cada vez menos cuantioso, llegando incluso a caídas en aquellos mercados menos dinámicos donde no existe una demanda fuerte que tensione los precios al alza. Una evolución siempre condicionados por la poca oferta existente que, a día de hoy, no permite que en un momento de desaceleración estas caídas se hagan efectivas”.