Pero ese deterioro alcanza a todo tipo de manifestaciones en las que muchos representantes políticos de distintos partidos se olvidan de las mas elementales normas de educación, impropias incluso de una relación profesional normal. Así, por ejemplo, la ministra Belarra se ha presenta en el Congreso con una camiseta ofensiva contra Diaz Ayuso y su hermano. En efectivo la señora Belarra, ha lucido una camiseta en la que aparece el rostro del hermano de I Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, durante su intervención en la sesión de control que se ha celebrado en el Congreso de los Diputados. La composición, ofensiva con la presidenta y su hermano, hace referencia a la etapa de la pandemia en Madrid.
La ministra, que ha presumido de camiseta en las redes sociales, sigue así el camino marcado anoche por la candidata de Podemos en la Comunidad de Madrid, que también lució otra prenda llena de caras del hermano de la presidenta y candidata a la reelección por el Partido Popular.
El caso no tendría mayor importancia si con ello no se tratase de insultar a una “enemiga `política” candidata a unas elecciones que se celebran en menos de dos semanas, lo cual quiere decir que nos encontramos en plena campaña electoral y que con la camiseta se trata de calificar a la candidata popular a la presidencia de Madrid poco menos que de ladrona timadora y/o prevaricadora lo cual no deja de ser un comportamiento escasamente democrático, ya que si entiendes que esa señora ha cometido esos delitos lo que debe hacer una ministra, si es que tiene el nivel que ese puesto demanda es acudir a los tribunales.
Por otra parte, este tipo de comportamientos no deja de indicar un cierto grado de infantilismo, de falta de madurez en una casta política que llego para refrescar el ambiente y lo único que ha hecho ha sido deteriorar aun mas el escaso nivel ético y moral de sus componentes que no han pasado de ser unos alumnos poco cualificados para estar donde están y desempeñar los cargos que ocupan y así, pasa que todo vale, asesinos, insultos y lo que a usted se le ocurra, incluidos los regalos y las mentiras del presidente, regalos que por cieryo sladran de nuestros bolsillos.