Las subidas de los tipos de interés llevadas a cabo por los bancos centrales en 2022 han tenido un fuerte impacto en las carteras de inversión de las aseguradoras españolas, que cerraron el año en 263.165 millones de euros frente a los 311.315 millones de 2021, lo que supone una caída del 15,46%, según consta en el último informe “Ahorro Global e Inversiones del Sector Asegurador”, elaborado por MAPFRE Economics y editado por Fundación MAPFRE.
Esta tendencia no es exclusiva en España, sino que ha pasado en el resto de mercados analizados por el informe, que incluyen tanto los desarrollados (Japón, la Eurozona, Estados Unidos, Reino Unido y España) como emergentes (Brasil y México). En este sentido, estos mercados representaron, de manera agregada en 2022, inversiones por un importe de 20.715 millardos de euros, frente a 21.965 millardos al cierre de 2021, lo que supone una caída del 5,7%.
No obstante, MAPFRE Economics añade que el deterioro en las carteras de inversiones de las entidades aseguradoras sufrido en 2022 fue compensado parcialmente por el efecto positivo que ha tenido el cambio de ciclo del precio del dinero sobre la valoración de las provisiones técnicas. Estas cayeron sustancialmente al descontar los flujos de los pasivos proyectados con tipos de descuento más altos.
El Servicio de Estudios de MAPFRE detalla que, aunque el efecto neto de ambos factores sobre los fondos propios a nivel sectorial redujo las ratios de solvencia respecto del año previo, el sector asegurador ha seguido manteniendo una sólida posición.
“Es de destacar que los altos niveles de solvencia y la adecuada gestión de riesgos han permitido al sector asegurador absorber estas correcciones de los mercados financieros. En general, tras un largo período de bajos tipos de interés, las entidades aseguradoras habían adaptado sus carteras de inversiones acortando las duraciones de sus carteras de bonos (lo que reduce las minusvalías generadas por la subida de tipos de interés) y mantienen inmunizadas con sus pasivos aquellas inversiones de renta fija con duraciones más largas”, comenta González, director de análisis, estudios sectoriales y regulación de MAPFRE Economics.. que además destaca el buen comienzo de año de los mercados financieros, a pesar de las turbulencias causadas por los problemas en el sector bancario en los Estados Unidos y en Europa. “Salvo que resurja algún problema de este tipo, el mejor comportamiento de la renta variable, el entorno de tipos de interés más elevados y una inflación a la baja pueden ayudar a compensar la pérdida de rentabilidad sufrida por el sector asegurador en el año previo e ir absorbiendo aquellas minusvalías en las carteras de bonos que se hayan podido generar, las cuales pueden revertir en el momento (todavía incierto) en el que se produzca una relajación de la política monetaria”, detalla el director de análisis, estudios sectoriales y regulación de MAPFRE Economics.
Respecto a la composición de las carteras, las aseguradoras españolas han hecho pocas modificaciones en los últimos años, aunque sí se aprecian algunos cambios, como el aumento en más de seis puntos porcentuales de sus inversiones en fondos de inversión (al pasar de representar el 6,5% del total en 2016 al 12,6% en 2022). MAPFRE Economics explica que, pese a ese aumento, la inversión de las aseguradoras españolas en fondos de inversión sigue teniendo un peso inferior al del conjunto de la Eurozona, donde se sitúa en el 20,5%.
Por otra parte, prevalecen las inversiones directas en valores de renta fija soberana, aunque han experimentado una caída de 2,4 puntos porcentuales entre 2016 y 2022, situándose en el 51,2% al cierre de 2022. El mercado español es, de los estudiados por el Servicio de Estudios de MAPFRE, el que mayor proporción de su cartera invierte en renta fija soberana, con el 51,2% a cierre de 2022, casi el doble del 25,6% de la media comunitaria.
“Esta posición preeminente de la renta fija se explica, en buena medida, por el hecho de que el modelo de negocio asegurador conlleva la necesidad de implementar estrategias de inversión orientadas por las características del pasivo, con el propósito de lograr un adecuado casamiento en plazo y tipo de interés entre los pasivos asumidos y los instrumentos de inversión que los respaldan”, señala l Aguilera, director general de MAPFRE Economics. Esto explicaría también la pequeña dimensión de las variaciones entre los distintos tipos de activo, aunque MAPFRE Economics añade en el informe que “no es extraño que se produzcan rotaciones, especialmente en duración, en anticipación a los movimientos de tipos de interés de mercado y de los bancos centrales, o reponderaciones por rating”.
A nivel internacional, Estados Unidos cuenta con mayores inversiones en renta fija corporativa, por encima del resto de mercados aseguradores desarrollados comprendidos en el informe. En líneas generales, la apuesta de las aseguradoras por este tipo de activo se incrementó de forma significativa en 2022 hasta alcanzar el 47,5% de sus inversiones, frente al 40,9% del año anterior.