La AIReF ha calculado que el ingreso mínimo vital ha llegado al 35% de sus beneficiarios potenciales, 284.000 hogares, lo que supone «escasos avances» en el despliegue de esta prestación, en tanto que el número de hogares que lo reciben apenas ha experimentado variación en el último año.
Sin embargo, desde Seguridad Social comunicaron hace unas semanas que la prestación había llegado a su objetivo inicial: 1,8 millones de beneficiarios. La institución que preside Cristina Herrero ha constatado que el presupuesto ejecutado en el pasado año en el despliegue del IMV fue de 1.900 millones de euros, el 47% de su potencial, y calcula que casi 470.000 hogares de los 800.000 potenciales beneficiarios no solicitaron el IMV en 2022 y, además, que el 69% de las solicitudes fueron denegadas.
En esta línea, según fuentes del Ministerio de Inclusión, del informe no se desprende que se haya contactado con los agentes colaboradores en el desarrollo e implementación de esta política (organizaciones del tercer sector, ayuntamientos y comunidades autónomas). También señalan que algunos de los datos incluidos y los análisis que se desprenden «adolecen de escasa calidad y falta de fundamentación, lo que pone en entredicho sus conclusiones».
«La opinión hace una propuesta de modelo de gestión del Ingreso Mínimo Vital sin haber realizado previamente en detalle una evaluación del proceso de tramitación», añade las mismas fuentes.
Cabe señalar que desde el departamento que dirige Escrivá se han puesto en marcha diferentes iniciativas para llegar a más beneficiarios: desde un autobús informativo, a estos acuerdos con organizaciones del tercer sector para la tramitación de expedientes. Desde el Ministerio, inciden en que la opinión obvia las acciones puestas en marcha desde el Ministerio para llegar a los potenciales beneficiarios de la prestación y tampoco existe detalle ni evaluación de los 34 itinerarios de inclusión que se han puesto en marcha en el último año.
Y no tiene en cuenta el contexto económico de fuerte creación de empleo de 2022, «que indudablemente tiene una correlación con la mejora de la situación de vulnerabilidad de muchos hogares y su consiguiente salida del Ingreso Mínimo Vital» y no realiza una evaluación de los efectos que ha tenido esta política en la reducción de la pobreza extrema. «Todas estas carencias se reflejan en las recomendaciones incluidas en la opinión, que es la razón de ser de la participación de la AIReF en la propia Ley del Ingreso Mínimo Vital, lo que limita su utilidad», concluyen.