Y es que la dependencia de toda la estructura política de un país de mas de cuarenta millones de habitantes dependa de un fugado, no deja de ser la imagen mas triste y deprimente de todo ese país, que no es otro que España. Por mucho que se reúnan e intenten justificar lo injustificable, la realidad es que los constitucionalistas no han entendido nada y mucho menos el sentido del voto de millones de españoles que, no comprenden como los dos grandes partidos dejan que cuatro pelendengues manejen al resto de los españoles
En estos momentos, y más allá de las quinielas, curiosamente y gracias a la torpeza de los dos grandes, la llave para conceder graciosamente la mayoría a uno u a otro, la tiene JxCat, que, para mas recochineo ha convocado una reunión extraordinaria de la Ejecutiva del partido minutos antes de que la sesión constitutiva de las Cortes de comienzo y así tener en vilo y sacándoles los ojos para luego conceder su venía para que comience una legislatura incierta y de no se sabe que duración .
En Junts conviven dos sectores: el más radical, que defiende negociar desde la máxima exigencia objetivos como el referéndum de autodeterminación y la amnistía, y el más moderado y pactista, partidario de negociar la investidura de Pedro Sánchez a cambio de avances sustanciales en materia de autogobierno y fin de la «represión» contra el independentismo. Es decir, cualquier cosa es posible,
En ese contexto, lo mas factible es que el independentismo logre la destrucción de la España que hoy conocemos. Y sin embargo, un simple pacto entre los dos partidos mayoritarios evitaría toda esa sangra y probablemente evitaría que la situación de caos fruto de las prisas de Sánchez por evitar las críticas de su propio partido, nos lleven hacia una solución que no quieren millones de votantes de uno y otro color.
El egoísmo en política puede tener un elevado precio y este que estamos viendo es uno de ellos.