El aumento de julio, con el que la confianza de los consumidores encadena cuatro meses consecutivos de ascensos, se debe principalmente a la mejor valoración que hacen los ciudadanos de la situación actual, ya que las expectativas de futuro apenas variaron respecto al dato de junio. La valoración de la situación actual creció 3,9 puntos en julio respecto al mes anterior, hasta situarse en 87,1 puntos, en tanto que el indicador de expectativas mejoró una décima, hasta los 101,7 puntos.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) recoge mensualmente la evaluación de la evolución reciente y las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el objetivo de anticipar sus decisiones de consumo. El indicador recoge valores de entre 0 y 200, considerándose que por encima de 100 la percepción es positiva y por debajo, negativa.