La planta aporta al sistema energético canario una potencia de 4,2 MW de potencia instalada, y producirá anualmente 7,2 GWh, energía que equivale al consumo anual de más de 2.000 viviendas. Esta producción contribuirá a reducir las emisiones anuales de CO2 en más de 4.800 toneladas. La instalación cuenta con más de 7.700 módulos fotovoltaicos y ha supuesto la generación de una veintena de empleos directos e indirectos durante las fases de construcción, operación y mantenimiento.
Tras la puesta en marcha de Salinetas, la compañía prevé finalizar en los próximos meses la construcción de otros diez nuevos proyectos fotovoltaicos, que supondrán un total de 45 MW adicionales para el archipiélago.
Estos proyectos fotovoltaicos se suman a los doce parques eólicos con que cuenta Naturgy en la Comunidad Autónoma, con una potencia total instalada de 94,8 MW. Además, Naturgy está trabajando en el desarrollo de otros proyectos fotovoltaicos y eólicos, como muestra de su compromiso con la transición energética en las islas.
El nuevo parque solar es la primera materialización de la subasta del primer proceso de licitación de capacidad fotovoltaica dotada con fondos Feder (SolCan), con 44 MW de potencia, en la que Naturgy resultó la máxima adjudicataria. La compañía energética también resultó la segunda mayor adjudicataria, con otros 20 MW de potencia, en el segundo proceso de licitación de capacidad eólica dotada con fondos Feder (EolCan2).
La actuación sobre los terrenos de Salinetas ha implicado trabajos para la regeneración del espacio, ya que la planta se levanta sobre una zona de cultivos abandonados que se había convertido en los últimos años en un vertedero de tierras, restos de materiales de construcción y residuos de diferente naturaleza. Así, con carácter previo a la construcción del parque, se realizó una limpieza intensiva de toda la superficie afectada, retirando todos los residuos externos existentes, así como la primera capa de tierra contaminada por la meteorización de estos elementos.
Igualmente, tras la construcción de la planta, se puso en marcha un plan de restauración ambiental en todas las zonas de ocupación temporal, consistente en una restauración topográfica para la remodelación del terreno, con el objeto de favorecer la integración paisajística de la planta en el entorno y preparar el terreno para su revegetación natural mediante operaciones de descompactación y escarificado. Estas operaciones se simultanearon con la limpieza y retirada de rocas y piedras de gran tamaño. Finalmente, como medida de integración ambiental, el vallado dispuesto en la planta se ha diseñado para permitir el paso de fauna de pequeño tamaño, manteniendo la permeabilidad de la planta con el entorno.