Ha subrayado, igualmente, la necesidad de que la Unión Europea rediseñe sus políticas en materia de competencia y regulación con el fin de asegurar el bienestar y la prosperidad en Europa para las próximas décadas, desde la construcción de sociedades más igualitarias en las que el radicalismo y el populismo no tengan cabida. “Europa debe contar con su propia agenda, es el momento de acelerar y definir dónde queremos estar en los próximos 10 años”, ha asegurado.
Álvarez-Pallete, que ha participado en el panel Musical chairs Europe in the new global economy, ha trasladado en su intervención la urgencia de acometer la desregulación del sector para impulsar la competitividad y la innovación. “Lo único que pedimos es que nos desregulen y nos dejen competir”, ha destacado. “Nos están regulando con reglas analógicas del siglo pasado, pero estamos en una nueva economía digital y jugando en desigualdad de condiciones”, ha añadido.
Por otra parte, ha insistido en que la Unión Europea impulse un entorno favorable para las compañías europeas, especialmente para las tecnológicas y de telecomunicaciones “dado el rol crucial que juega la economía digital en la competitividad y el liderazgo global”. En este mismo contexto, y en relación con la falta de competitividad, Álvarez-Pallete ha puesto de manifiesto que Europa se está quedando rezagada respecto a China y Estados Unidos. El presidente de Telefónica ha destacado que “de las 50 compañías TIC más grandes del mundo por capitalización bursátil, solo cinco son de europeas” y representan menos del 5 por ciento del valor total.
El presidente de Telefónica ha detallado en su intervención que el Mercado Único europeo -el mayor mercado único integrado del mundo con 440 millones de ciudadanos, 23 millones de empresas y representativo del 15% de PIB global- es mucho más que un mercado, o que un marco legal. Álvarez-Pallete se ha preguntado si Europa está aplicando los incentivos correctos en los ámbitos apropiados para poder impulsar la transformación y asegurar el futuro y la competitividad a nivel global.
En este sentido, el sector ha demostrado su compromiso con la innovación con una inversión anual de aproximadamente 50.000 millones de euros, lo que ha permitido la modernización de las redes para cumplir con la creciente demanda de servicios digitales, así como el desarrollo de nuevos y mejores productos y servicios y la apertura de nuevas oportunidades para la innovación tecnológica.
Finalmente, ha incidido en la necesidad urgente de fijar un marco regulatorio que favorezca la innovación, “que permita iniciativas disruptivas a las empresas, que fomente la innovación y elimine los obstáculos regulatorios”. Muy especialmente en áreas como el Cloud y el Edge Computing, la fibra y la tecnología 5G y el desarrollo de redes programables a través de APIs globales y estandarizadas.