El informe prevé que los impagos del sector construcción crezcan durante 2023 en mercados tan relevantes como España, Alemania, Bélgica, Francia, Estados Unidos, Italia, Países Bajos, Polonia y Reino Unido.
De acuerdo con el estudio, la aseguradora de crédito prevé que la actividad agregada del sector construcción en los mercados desarrollados se contraiga en 2023 frente al desempeño en las economías emergentes de Asia donde el sector mantendrá su dinamismo. La ingeniería civil sostendrá el crecimiento del sector en 2023, impulsada por la construcción de infraestructuras públicas mientras el endurecimiento de la política monetaria y el menor poder adquisitivo de los hogares lastrarán la demanda de vivienda nueva.
En los mercados avanzados, la escasez de mano de obra cualificada aumentará los costes salariales de los constructores, lo que en Europa podría convertirse en un problema estructural a medio plazo. Adicionalmente, las limitaciones de la oferta de materiales de construcción se atenuarán pero no desaparecerán en 2023, por lo que el informe difundido por Crédito y Caución no descarta que los costes de la construcción vuelvan a subir. A medio y largo plazo el sector afronta una transformación de sus procesos y cadenas de suministro para reducir su impacto ambiental, que hoy representa el 36% del consumo mundial de energía y el 40% de las emisiones de CO2.
En este contexto global, el sector construcción presenta un riesgo alto o muy alto de impago en 23 mercados: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, China, Corea del Sur, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Eslovaquia, España, Francia, Hungría, Italia, México, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia, Singapur, Suiza y Turquía. Once mercados presentan un riesgo moderado: Canadá, Estados Unidos, Hong Kong, India, Indonesia, Irlanda, Japón, Nueva Zelanda, Países Bajos, Tailandia y Taiwán. Ningún mercado presenta un riesgo bajo o muy bajo.
En España, la subida de los precios de la energía y los materiales de construcción lastrarán la actividad y los márgenes de las empresas. Las principales afectadas son las constructoras dedicadas a la nueva edificación residencial, que afrontarán una contracción de actividad en su segmento y dificultades para repercutir las variaciones de precios de los insumos a sus clientes finales. La situación será más favorable en la licitación pública, tanto en términos de actividad como de sostenibilidad de los márgenes. Crédito y Caución prevé que tanto la morosidad como las quiebras en el sector crezcan en 2023. Las empresas más pequeñas dedicadas a la construcción residencial son las que enfrentan un mayor riesgo.