Sin embargo, se mantendrá en el cargo para poder finalizar el trabajo «crítico» que está desarrollando para «estabilizar y posicionar la compañía». Calhoun ha enviado una carta a todos los trabajadores de la compañía donde ha indicado que trabajar para ella ha sido «el mayor privilegio de su vida».
«Los ojos de todo el mundo están puestos en nosotros y sé que superaremos este momento como una empresa mejor», ha añadido. Por ello, ha destacado que seguirán centrados en completar el trabajo iniciado para devolver la estabilidad a la compañía «tras los extraordinarios retos de los últimos cinco años», con la «seguridad y la calidad» al frente.
A través de un comunicado, el fabricante estadounidense ha señalado que el presidente del consejo de la compañía, Larry Kellner, también ha señalado que no se presentará a la reelección en la próxima junta de accionistas. Por ello, el consejo ha elegido a Steve Mollenkopf para sustituir a Kellner como presidente independiente del consejo, un cargo en el que dirigirá el proceso de selección del próximo consejero delegado.
Kellner ha formado parte del consejo de administración de Boeing durante 13 años y ha ocupado el cargo de presidente desde 2019, mientras que Mollenkopf llegó al consejo en 2020 después de haber sido consejero delegado de Qualcomm. Asimismo, el presidente y consejero delegado de Boeing Commercial Airplanes, Stan Deal, también se retirará de la compañía, siendo sustituido por la Stephanie Pope con efecto a partir de hoy.
Pope ha sido directora de Operaciones de Boeing desde enero de este año. Anteriormente, fue presidenta y consejera delegada de Boeing Global Services, donde era responsable de dirigir los servicios aeroespaciales de la empresa para clientes comerciales, gubernamentales y de la industria de la aviación en todo el mundo. Anteriormente, fue directora financiera de Boeing Commercial Airplanes y ha ocupado cargos en todas las unidades de negocio de Boeing.
La compañía sufre una crisis de seguridad y reputación desde 2019, derivada de una serie de fallos en sus modelos 737 MAX. En concreto, este modelo fue protagonista de dos accidentes en menos de seis meses que se provocaron la muerte de cientos de personas. Más recientemente, un avión de Alaska Airlines perdió en enero parte de su fuselaje, lo que provocó que el avión tuviera que realizar un aterrizaje de emergencia.