Con esa actitud la bola de mentiras y embrollos en torno a las amistades de su señora cada día se hace más grande y las explicaciones más necesarias. Lo único que ha logrado hasta ahora es que la porquería vaya creciendo cual enorme bola de nieve en caída libre ladera abajo y se le está comenzando a indigestar de forma y manera que el propio Sánchez terminara por no poder huir que no puede huir para siempre.
Por si no tenía suficiente con los cadáveres para seguir pidiendo la dimisión de Diaz Ayuso, no se le ha ocurrido otra cosa que hakear los correos del novio de la susodicha, pero lo encargados de realizarlo lo han hecho tan mal que han dejado pistas. En efecto, «el sistema de entrada en los sistemas es muy sofisticado y solo al alcance de los Estados», han señalado fuentes del Gobierno madrileño tras conocerse la denuncia interpuesta por el ciberataque. Preguntada por esta extraña historia, la presidenta madrileña ha siso expedita «se supone que el Estado está para proteger a todos y cada uno de los ciudadanos» pero aquí lo que está ocurriendo es «todo lo contrario».
Llegados a este punto y sin lograr su objetivo, los estrategas de Moncloa han decidido maltratar a la institución monárquica, otra de sus fijaciones y esta vez han decidió obligar al rey emérito ha darse el palizón. Como se sabe, el Rey Juan Carlos viajará este fin de semana a Madrid para asistir a la boda del alcalde José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo, La misa se oficiará a las 12.00 horas Terminada la ceremonia, , los 500 invitados se desplazarán a la Finca el Canto de la Cruz, en Colmenar Viejo, para celebrar la unión de la pareja. Una vez finalice el almuerzo, el Rey Juan Carlos tendrá que poner rumbo a Ginebra y no pernoctar el sábado en Madrid, ante las constantes presiones del Gobierno de Pedro Sánchez.
De esta forma partirá de Madrid el sábado por la noche y regresará el lunes a mediodía para asistir al funeral de su sobrino Fernando Gómez-Acebo, que falleció el pasado 1 de marzo, a los 49 años. Se oficiará a las 18.00 horas en la Castrense, para que luego el Rey Juan Carlos tenga margen de tomar otro vuelo.
Las cosas son como son y el acoso a cualquiera que le puede hacer sombra publica es la gran obsesión del amoral presidente del Gobierno que tenemos.