En efecto, el Gobierno concedió 15 millones de euros a Global Social Impact Fund (GSIF), un fondo cuya matriz colaboró en el primer congreso del máster que codirige la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez.
Según se ha podido comprobar el pasado martes el Ejecutivo aprobó aportar un capital de 15 millones de euros a Global Social Impact Fund «con cargo al Fondo para la Promoción del Desarrollo», que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores. El objetivo es «canalizar capital privado para contribuir a la reducción de la pobreza de la población en África Subsahariana mediante dos líneas de actuación principales». Primero con «proyectos que promuevan la movilidad social de las personas más vulnerables económicamente» y otro «con proyectos de desarrollo de organizaciones que puedan ofrecer una respuesta económicamente sostenible o rentable a los problemas sociales».
Global Social Impact Fund es un fondo que pertenece a Global Social Impact Investments. Al frente de esta compañía está María Ángeles León, quien en 2020 colaboró en el primer congreso organizado por Transformación Social Competitiva, el máster de la Universidad Complutense que codirige Begoña Gómez. Las jornadas tuvieron lugar el 23 de septiembre de 2020 y participó en la segunda mesa redonda que se titulaba Mayor impacto, mayor rentabilidad. Según su página web, es «una gestora especializada en fondos de inversión de impacto». «Nuestra gestora invierte en modelos de negocio sostenibles que generan un impacto positivo directo y medible en las personas más vulnerables y una rentabilidad atractiva para los inversores», afirman. La empresa dice estar presente, además de en España, en varios países de África subsahariana.
La empresa de León cuenta con dos fondos: uno para operar en España y otro para los negocios africanos. El que recibirá los 15 millones es este último, que fue creado en 2019, mientras que su gemelo español comenzó a operar bajo el paragua de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el 23 de julio de 2021.
Cabe destacar, en este sentido, que cualquier fondo que quiera acometer transacciones e inversiones en territorio español ha de pedir permisos a la CNMV, de lo contrario el organismo podría considerarlo un chiringuito financiero. Global Social Impact Fund, al no tener negocio en España, no tuvo que pedir los permisos pertinentes al regulador.
«La inversión a través de entidades no autorizadas comporta elevados riesgos de pérdida del capital, ya que actúan al margen de los controles establecidos por los organismos supervisores. Para evitarlo, tanto la CNMV como otros reguladores extranjeros difunden advertencias sobre entidades que pueden estar prestando servicios de inversión sin estar debidamente habilitadas para ello», recoge en sus códigos el regulador.
Desde Moncloa señalan que la colaboración entre la empresa y Gómez es una anécdota y que no hay relación con la ayuda dada. Además, apuntan que el fondo es «muy reconocido», cuenta con aval europeo e incluso que colabora «un Premio Nobel de la Paz».