Pese a este repunte, es todavía mayor el peso de quienes tienen contrato indefinido ordinario, cuya proporción se ha elevado del 47,6% de 2019 al 56,9%, casi 10 puntos más. Así lo reflejan los datos recogidos en un apartado incluido en el informe mensual sobre la economía española elaborado por CaixaBank Research y BPI Research, en el que se pone de relieve la fuerte reducción de la tasa de temporalidad que se ha producido en España desde la aprobación de la reforma laboral en diciembre de 2021 y que contó con el acuerdo del Ministerio de Trabajo, los sindicatos y la patronal.
El artículo, elaborado por los economistas Bustamante y Díaz, recuerda que el pasado mes de mayo, la afiliación a la Seguridad Social alcanzó un nuevo máximo histórico al superar los 21,3 millones, 1,88 millones más que en el mismo mes de 2019: solo en el último año la cifra ha aumentado en más de 506.000 afiliados. En este periodo la tasa de temporalidad se ha reducido de forma apreciable: del total de afiliados al Régimen General en mayo, el 12,7% eran temporales, lo que contrasta con el 30,1% observado en el mismo mes de 2019.
El descenso de la temporalidad ha sido más acusado en el sector privado, con una reducción de 18,6 puntos, hasta el 10,5%, mientras que en el sector público esta ratio se ha reducido hasta el 25,1% desde el 32,2%.
Por sectores y ramas de actividad, la caída de la temporalidad ha sido mayor en aquellos que partían de tasas más elevadas antes de la reforma laboral, como en la construcción, con una reducción de 43,2 puntos; la agricultura (22,9 puntos), y, dentro de los servicios, destacan los descensos en hostelería, actividades recreativas y administrativas, con ajustes de 29,8, 28,6 y 25,1 puntos, respectivamente. En el periodo analizado, los afiliados con contrato indefinido han pasado del 61,7% al 78,0% del total: han crecido los afiliados a tiempo completo, en un 34,2% y 2,45 millones de personas concretamente; los contratos a tiempo parcial, un 49,4% con un aumento de 820.000 personas, y los fijos discontinuos, que han aumentado en 637.000 personas hasta superar ligeramente el millón, una cifra 2,4 veces superior a la de 2019.
No obstante, de acuerdo con este análisis, el aumento de los fijos discontinuos es «muy inferior» a la caída de los afiliados con contrato temporal, que se han reducido un 52,6%, lo que supone un descenso de 2,38 millones. Así, el peso de los fijos discontinuos sobre el total de contratos ha pasado del 3% en mayo de 2019 al 6,5% en mayo de este año, mientras que los indefinidos a tiempo completo sitúan su peso en el 56,9% y los parciales en el 14,7%.
Los indefinidos ordinarios han crecido en casi 10 puntos, porque en 2019 su proporción era del 47,6% y los que tienen contrato a jornada parcial también se han elevado, porque hace cinco años suponían el 11%.
Los afiliados fijos discontinuos han ganado protagonismo en todos los sectores, pero especialmente en aquellos donde la actividad de los trabajadores presenta mayor estacionalidad y se desarrolla de forma intermitente a lo largo del año, como agricultura, donde ahora representan el 12,3% del total de afiliados cuando en 2019 solo alcanzaban el 5,6%; en el caso de la construcción ahora representan el 3,2%, un aumento de 2,8 puntos, y en servicios, el 7,2%. Por el contrario, en la industria apenas han crecido un punto, hasta el 3,1%.Por actividades, el peso de los fijos discontinuos es muy elevado en hostelería y actividades recreativas (24% y 21,3% del total, respectivamente). Es en esta última actividad, además, donde más ha crecido el peso de este tipo de contratos desde 2019 (13,9 puntos), muy por encima del incremento en hostelería (11 puntos), de acuerdo con el artículo incluido en el boletín de CaixaBank Research.
Atendiendo a la edad de los trabajadores, la caída de la temporalidad ha sido mucho más intensa entre los jóvenes, casi 38 puntos en el caso de los que tienen entre 16 y 24 años. En consecuencia, se ha reducido considerablemente la dispersión por grupos: si en 2019 la diferencia entre la tasa más alta y la más baja (la correspondiente al grupo de 55 a 59 años) era de 36,4 puntos, en 2024 es de apenas 8,6.
Aunque en todos los grupos de edad los contratos indefinidos que más peso ganan son los de tiempo completo, destacan los menores de 25 años, donde se duplican hasta rozar el 30% del total; en este último grupo también es donde avanzan con más vigor los fijos discontinuos, más de 12 puntos, hasta el 15,0%.
Por comunidades autónomas, las más dependientes de actividades agrarias, como Andalucía, Murcia o Extremadura, o turísticas, como los archipiélagos y la Comunidad Valenciana, son las que se anotan las mayores caídas de la temporalidad desde 2019, alrededor de 20 puntos, en contraste con el menor ajuste en las regiones más industriales del norte peninsular y Madrid.