En España hay más de 3 millones de autónomos, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), y su pensión media de jubilación se sitúa en los 959 euros mensuales, mientras que la de un trabajador por cuenta ajena alcanza de media los 1.597 euros. Su limitado nivel de ahorros para el retiro ha estado tradicionalmente influenciado con que solo podían invertir en planes individuales, cuyas ventajas fiscales han sufrido recortes sucesivos en las últimas reformas. Para cambiar la situación el Gobierno impulsó en 2022 el plan de pensiones de empleo simplificado, que puede contratar cualquier autónomo con aportaciones anuales de hasta 5.750 euros, frente al tope de 1.500 fijado a los productos individuales. El primero de estos planes se creó, precisamente, tras un acuerdo entre VidaCaixa, filial CaixaBank, y la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), dirigido exclusivamente a los autónomos.
La oferta diseñada ahora por CaixaBank incorpora dicho plan, permitiendo así al autónomo optar a la mayor reducción fiscal posible, explica el banco. Se complementa con un unit linked o seguro de ahorro vinculado a una cesta de fondos donde el cliente asume el riesgo de la inversión, sin límite de aportaciones y donde puede rescatar los fondos en caso de necesidad. Y la tercera capa es un seguro de vida, que protege el capital objetivo fijado en caso de invalidez absoluta permanente o fallecimiento -cubriría la diferencia entre el ahorro que se hubiese fijado como objetivo y el consolidado-.