Entre el resto de componentes, los servicios registran la tasa anual más alta en julio, del 4%, aunque los precios se relajan una décima frente al 4,1% de junio.
Por detrás se colocan los alimentos, alcohol y tabaco, que se encarecen un 2,3% en comparación con al 2,4% del mes anterior, y los bienes industriales no energéticos que suben un 0,8% frente al 0,7% de junio.
Al excluir el impacto de la energía y el coste de los alimentos, así como del tabaco y del alcohol, la tasa de inflación subyacente se mantiene en el 2,9% por tercer mes consecutivo.
Por países, Bélgica (5,5%), Países Bajos y Estonia (ambos 3,5%) y Croacia (3,4%) sufren las mayores subidas de precios, mientras que, por el contrario, Finlandia (0,6%), Letonia (0,8%) y Lituania (1,1%) registran las menores.