El índice PMI del sector manufacturero de la zona euro aumentó de 49 registrado en abril a 49,4 en mayo, acercándolo al nivel 50 de ausencia de cambios que indica estabilización y señalando en consecuencia una nueva atenuación de la desaceleración económica del sector manufacturero. Además, el índice alcanzó su máxima desde agosto de 2022 a mediados del segundo trimestre.
El ritmo de crecimiento se mantuvo sin cambios con respecto al observado en abril y, por lo tanto, fue conjuntamente el más rápido desde marzo de 2022. No obstante, el repunte fue modesto en general.
Las condiciones de la demanda se mantuvieron prácticamente estables. En comparación con la tendencia de los últimos tres años, significó una mejora, ya que los nuevos pedidos habían caído intensamente en promedio desde mayo de 2022. Las ventas a clientes en los mercados de exportación también estuvieron cerca de estabilizarse.
Gracias a que las condiciones de venta mostraron signos tentativos de recuperación, el progreso realizado en la reducción de los pedidos retrasados en las unidades industriales de la zona euro se desaceleró en mayo. De hecho, la tasa de erosión de los pedidos por realizar fue la más débil desde junio de 2022. Los productores de la zona euro volvieron a realizar recortes en mayo, pero lo hicieron en menor medida que en los últimos tiempos. La actividad de compra se contrajo al ritmo más lento observado desde que comenzó el actual período de declive hace casi tres años. Los stocks de compras se redujeron en la menor proporción registrada desde abril de 2023, mientras que los stocks de productos terminados disminuyeron al ritmo más débil en siete meses.
En cuanto al empleo en las fábricas, si bien siguió cayendo (como viene ocurriendo ininterrumpidamente desde hace dos años), lo hizo en el menor grado observado desde septiembre de 2023.Mientras tanto, los costes de los insumos disminuyeron por segundo mes consecutivo en mayo. De hecho, la tasa de caída fue la más rápida en 14 meses. Hubo evidencias de que las empresas trasladaron los ahorros de costes a sus clientes, ya que aplicaron descuentos en los precios de venta por primera vez desde febrero.
De cara al futuro, los datos de la encuesta de mayo mostraron un repunte de la confianza empresarial en todo el sector manufacturero de la zona euro. El nivel de sentimiento positivo subió hasta su nivel más alto desde febrero de 2022 y se situó por encima de su media a largo plazo.
Por países, los resultados mostraron una mejora de las condiciones en Grecia, que fue el país con el mejor resultado en mayo, y España, que registró una renovada expansión después de tres meses de deterioro. Si bien los países restantes registraron descensos durante este mes, en su mayoría estos fueron marginales. La economía industrial francesa casi se estabilizó y su índice PMI manufacturero subió hasta su máxima de veintiocho meses. Alemania se ubicó en el último lugar de la clasificación, aunque el deterioro registrado en las condiciones de su sector productor de bienes fue uno de los más débiles observados en los últimos tres años.
Desde Hamburg Commercial Bank creen que es «especialmente alentador observar que la producción se ha reanimado en las cuatro economías principales de la zona euro, hecho que realmente subraya la naturaleza generalizada de esta recuperación». Destacan que «los motores industriales europeos parecían funcionar sincronizadamente. La producción aumentó en Alemania, Francia, Italia y España, lo que sugiere que el repunte está impulsado por factores compartidos».
Naturalmente, uno de los grandes riesgos en el corto plazo es la posibilidad de que EEUU aumenten significativamente los aranceles sobre las importaciones procedentes de la Unión Europea (UE). «Esta situación definitivamente podría ensombrecer las perspectivas. De todos modos, las firmas manifiestan claramente más optimismo que el mes pasado con respecto a un aumento de la producción de aquí a doce meses, lo que demuestra una cierta resiliencia, aún frente a posibles medidas proteccionistas del otro lado del Atlántico», dicen.
Mientras tanto, la bajada de los tipos de interés y la caída de los precios del petróleo y el gas están dando cierto respiro a todo el sector. «De cara al futuro, se espera que las empresas alemanas superen a sus homólogas europeas, en gran parte, gracias a las políticas fiscales expansivas del nuevo gobierno, El Banco Central Europeo (BCE) está recibiendo algunas noticias a favor de sus esperados recortes de los tipos de interés. El sector industrial ha comenzado a recortar sus precios de venta nuevamente después de dos meses de aumentos, lo que deja al banco un espacio adicional para seguir adelante con sus recortes. La reducción de los precios de la energía, que ha ayudado a reducir los costes de los insumos, es probablemente el principal impulsor de este cambio», concluyen.