Así, la eléctrica impulsará las mejores prácticas en 20.000 proveedores, a los que realizó compras por 17.800 millones de euros el año pasado.
Iberdrola eleva el listón de manera notable respecto a sus objetivos anteriores, fijados en 2021, cuando estableció que al menos el 70% de sus principales adjudicatarios, aquellos que realizaran compras anuales por valor de más de un millón de euros, cumplieran los criterios ESG establecidos y estuvieran sujetos a políticas y estándares de desarrollo sostenible.
Como parte de la responsabilidad como empresa tractora, el plan de ESG en cadena de suministro de Iberdrola no pretendía dejar fuera a las empresas que no hubiesen prestado suficiente atención en esta materia, sino animar a toda la cadena para que se alinease con los principios de la compañía. Para ello tiene establecido un mecanismo de propuestas de planes de mejora en ESG a través del cual ha traccionado a más de 1.000 proveedores que inicialmente no cumplían el nivel de exigencia, de los cuales más de la mitad ha terminado el trienio 2020-22 siendo sostenibles. Gracias a el esfuerzo realizado, se ha superado el 77% de proveedores principales sostenibles al final del periodo.
El proveedor de Iberdrola, de entrada, debe aceptar el Código Ético del Proveedor para poder iniciar una relación comercial con la compañía. Este incluye principios de actuación y clausulas en materia de respeto de los derechos humanos, diversidad e igualdad, salud y prevención laboral, medidas antifraude y corrupción, respeto medioambiental, entre otras cuestiones.
En cuanto a los requisitos financieros, se les realiza una evaluación crediticia para determinar su solvencia financiera, evaluación que se lleva a cabo en cada licitación o adjudicación relevante y de manera continua con seguimiento y monitorización anual. Dependiendo del servicio o del suministro, se les exige requisitos en materia de ciberseguridad, prevención de riesgos laborales, gestión medioambiental, incluso con la exigencia de aportar certificaciones ISO.
Para el periodo 2023-2025 se mantendrá el modelo actual de medición en ESG que está plenamente consolidado e integrado en la toma de decisiones de compras. Los gestores de compras incorporan la sostenibilidad en sus conversaciones con proveedores al mismo nivel en que antes estaban aspectos más tradicionales como el precio o la calidad. Además, se continuará el plan de auditorías ESG a proveedores (más de 50 previstas en 2023) y el reconocimiento a proveedores con la celebración de eventos de Premios Globales al proveedor del Año (2023 y 2025) y Premios locales (2024).