El veredicto es el mayor hasta ahora en cinco años de litigio sobre el herbicida y es un duro golpe a los esfuerzos del director ejecutivo, Bill Anderson, por persuadir a los inversores de que puede revivir la fortuna de Bayer.
McKivison, de 49 años, presentó una demanda en Filadelfia contra la empresa después de que le diagnosticaran un linfoma no hodgkiniano debido, según él, al uso de Roundup en su propiedad durante 20 años.
En base a las pruebas del caso, el hombre estuvo expuesto al Roundup cuando trabajaba como paisajista, por lo que el jurado del tribunal estatal de Filadelfia ha decidido una indennización de 250 millones de dólares para compensar sus pérdidas y 2.000 millones de dólares en daños punitivos. «La indemnización punitiva del jurado envía un mensaje claro de que esta corporación multinacional necesita un cambio de arriba a abajo», ha explicado los abogados de McKivison, que han calificado el veredicto como «una condena a 50 años de mala conducta por parte de Monsanto».
Si bien es probable que se reduzca la indemnización, este veredicto podría ser más desafiante que los anteriores debido al alto nivel de daños compensatorios, explican desde Bloomberg Intelligence.
Para Bayer, la empresa matriz de Monsanto, el veredicto «entra en conflicto con el peso abrumador de las pruebas científicas y las evaluaciones reguladoras y científicas a escala mundial» sobre el Roundup y cree que tiene «sólidos argumentos en apelación para lograr que se anule este veredicto y se elimine o reduzca la indemnización por daños inconstitucionalmente excesivos».