«Para Eduardo, para mi ‘aitona’, el arte siempre era ir a lo desconocido. Era una especie de búsqueda en todo lo que uno no sabe» Hizo que muchísima gente colaborase y que incluso se convirtiesen en amigos y cómplices necesarios para poder desarrollar toda la obra y todo el pensamiento. Mi ‘aitona’ decía que él era el director de la orquesta, pero la música la hacían todos. Sin todas estas personas, Chillida hubiese sido otra cosa. No sé lo que hubiese sido, pero de lo que estoy convencido es de que nunca hubiese sido lo que es hoy en día.
Para él siempre fue fundamental poner a las personas en el centro de la ecuación, incluso del arte. Tuvo esa vocación natural de tratar de dejar esa huella o de crear esos lugares donde la gente tuviese la capacidad de escucharse, de atenderse y de respetarse.
Si por algo es conocido Chillida en el mundo es por esa obra pública, por crear esos lugares que ya no son tanto una obra, sino que son un lugar donde la obra es una especie de intermediaria entre nosotros y algo más. «En vez de hacer muchas obras para pocos, voy a hacer pocas obras para muchos, y me voy a dedicar a la obra pública»
Por eso, cuando estás por ejemplo en el Peine del Viento, sientes que la obra es tuya. El cometido de la obra se está cumpliendo contigo y tú lo estás sintiendo y, a partir de eso, es un camino tuyo, es un viaje tuyo, una reflexión, una emoción, una sensación, lo que sea. Pero, en ese momento, la obra es tuya.
Cabe entonces preguntarse, ¿cuánto de lo que hacemos en nuestra vida diaria tiene un fin en sí mismo, y cuánto de lo que hacemos tiene como fin que otras personas lo vean?
Chillida Leku, un sueño y un lugar
Chillida Leku era el sueño de mi ‘aitona’. Es un lugar. La palabra museo se le queda muy corta. Leku, de hecho, significa lugar en euskera, es “El lugar de Chillida”.
Allí pedimos a la gente que toque las obras. Esto es una gran diferencia. Es un fantástico lugar de encuentro: de encuentro con uno mismo, de encuentro con la obra, de encuentro con la naturaleza, de encuentro con los diferentes. Es un lugar donde pasan cosas y cada uno, cada una de las personas que vienen aquí, crea su propio Chillida Leku.