Contando con la gama híbrida, apenas ya un tercio del total de la flota es de combustión. “En 2008, Endesa ya fue pionera en este tipo de actuaciones, dando el primer gran salto hacia la electrificación con la incorporación de la mayor flota comercial de vehículos híbridos de nuestro país (450 unidades) y desde entonces, la estrategia no ha cambiado: optimizar y reducir la huella de carbono”, afirma Pablo Samaura, responsable de gestión de movilidad corporativa de Endesa.
En la actualidad, Endesa cuenta con más de 2.000 vehículos corporativos y de ellos, el 22% ya son eléctricos puros (465 unidades) cuando hace diez años apenas había 26. Si sumamos la capacidad total de todos los vehículos 100% eléctricos (sólo BEV), representaría una capacidad de almacenamiento de 24,20 MWh o, dicho de otra manera, la cantidad de energía que puede dar electricidad a una media de casi 7.400 viviendas en una hora. Otro de los mayores incrementos de electrificación se ha realizado a través de híbridos enchufables (PHEV), que han pasado del 1% en 2016, cuando se incorporó la tecnología por primera vez, al 43% actual. Mientras, la flota híbrida apenas representa el 4% y el peso de los coches de combustión interna se ha reducido drásticamente, pasando de representar el 79% en 2016 al 31% en 2024.