El impuesto gravará las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas (PM) de los grandes barcos que atraquen en los puertos, y les obligará a pagar 1 euro por cada kilogramo emitido. La nueva medida quiere ser un incentivo para conseguir que las grandes embarcaciones con una capacidad o volumen superior a 5.000 toneladas reduzcan sus emisiones, informa Efe.
Afectará al 80% de los grandes barcos que atracan en el Puerto de Barcelona, al 76% de los que lo hacen en el Port de Tarragona y al 75% de los barcos del resto de puertos de catalanes. Quedarán exentos del impuesto aquellas embarcaciones que presten servicios públicos, las que se vean obligadas a atracar o fondear en caso de peligro o fuerza mayor y las que realicen actividades de ayuda humanitaria.
Habrá bonificaciones para los barcos que utilizan energía eléctrica y para los que efectúen escalas en “las líneas de interés público” con origen o destino en Palma, Maón o Ibiza. La carga tributaria media por escala será de 759 euros: el 44% de las escalas tendrán una cuota inferior a los 300 euros; el 60%, a los 500 euros y el 78%, a los 1.000 euros.
El Govern espera recaudar 7,5 millones de euros anuales, que invertirá en proyectos destinados a acciones en torno a la movilidad sostenible y la protección del ambiente atmosférico.
Este impuesto se incluye en la Ley de Cambio Climático y el Govern prevé que se apruebe a finales de 2023 en el Parlament y que entre en vigor en el segundo semestre de 2024. Mascort ha asegurado que la propuesta es pionera en España y que ya está implementada en algunos países del norte de Europa.