Y es que lo que era un rumor desde hacia semanas ha terminado por ser realidad, u a vez que las cabezas visibles de Sumar se han dado cuenta de que ya no son nada, ni nadie les tiene en cuenta y que por tanto o reaccionan y tratan de salvar lo que puedan en las próximas elecciones o poco tiempo les queda en la vida política a las herederas de Iglesias. Así que la solución, no puede ser otra que partir peras con Diaz, independizarse, hacerse notar en el Congreso con posiciones encontradas con Sánchez y su Gobierno, del que ya no forman parte y preparar las próximas elecciones locales en Galicia y País Vasco y Europa.
Pero eso al que perjudica es a Sánchez y toda su estrategia del entramado Frankenstein. En efecto, los cinco votos que supone la representación de Podemos en el Congreso pueden resultar vitales en determinados momentos. Obviamente, no votaran en contra de propuestas de izquierdas, porque perderían a su electorado, pero si pueden abstenerse en muchas de ellas y así dejar al Gobierno sin capacidad de maniobra en muchos temas, incluidos los presupuestos. Por tanto, el Gobierno puede entrar en una espiral mas que compleja.
Por una parte, Iglesias puede complicarle la vida sin arriesgar nada, por su parte, los populares junto con Vox y Colación Canaria pueden frenar al Gobierno con una oposición férrea y tenerle contra las cuerdas si consiguen que Europa limite las consecuencias de la ley de amnistía y Puigdemont no logre su objetivo final de ser el arbitro de la Legislatura.
Así que el aniversario de la Carta Magna puede ser el comienzo de una larga y penosa travesía política, aunque con Sánchez, nunca se sabe y cualquier respuesta por inesperada que parezca, puede ser posible ya que nada ni nadie le importa y puede vender hasta a su madre, como ya se ha dicho en mas de una ocasión tras ver como se mueve entre el fango.