Y lo peor de todo es que después de decir una cosa delante de las cámaras para atacar a la enemiga de Sánchez, su idolatrado jefe, va y al día siguiente y lo niega.
En efecto, la super vice en los pasillos del Senado a las a 17.30 de la tarde y ante las cámaras de la televisores y los micrófonos de diversos periodistas, afirmo que “la presidenta de la Comunidad de Madrid dé explicaciones y actúe con absoluta transparencia respecto a si efectivamente, como se ha publicado en los medios de comunicación, está viviendo en un piso que se pagó con fraude a la Hacienda Pública y que se pagó con las comisiones respecto a las mascarillas en la peor situación de pandemia».
Lo curioso del caso es que solo cuatro horas después era cuando se publicaba esa noticia.
El escándalo ha sido e tal tamaño, la metedura de pata tan brutal que un día después la misma Montero que trataba de derribar a la presidente madrileña decía huyendo de los periodistas que «Yo no he dicho nada, eso ha sido una publicación de los medios de comunicación». «¿Yo? (No he dado) absolutamente ninguna información» sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso.
Por menos, cualquier político decente de una democracia normal hubiese anunciado su dimisión, o hubiese puesto el cargo a disposición de su jefe, pero aquí no pasa nada y ello a pesar de que según los expertos las afirmaciones de la super-socialista de marras contiene varios delitos de cierta gravedad que incluso podrían llevarla a la cárcel, lo cual es poco probable que suceda con un gobierno como en el que ella se encuentra.
Eso es lo que para nuestra desgracia hace del viejo eslogan turístico de Fraga, “spain is diferent”, un a mas que triste y penosa realidad.