En efecto, las elecciones son la asignatura pendiente del actual presidente del Gobierno, porque en todas aquelles a las que ha concurrido en estos tiempos ha salido derrotado. Otra cosa es que, después y utilizando todo tipo de recursos y artimañas haya logrado gobernar, pero eso es otro tipo de análisis que nos llevaría mucho tiempo y nos desviaría de la atención de lo que se le viene encima a don Pedro.
Como todo el mundo sabe, las circunstancias políticas del sanchismo son, en estos momentos, un tanto curiosas. Su derrota en las ultimas elecciones generales convocadas por el mismo fue estrepitosa, pero eso no evito su llegada a la presidencia del gobierno mas instable de la democracia española, Cualquiera de sus movimientos depende de que el presidente de Junts lo autorice, sin que Puigdemont lo apruebe no hay posibilidad de nada.
De ahí que para evitar situaciones bochornosas haya preferido presentar los presupuestos a los que la ley le obliga y trate de salir del paso con disculpas que nadie se cree, pero que los medios afines colocan en sus titulares para que el ciudadano se lo crea.
Pero donde puede tener un problema grave es en las convocatorias electorales que sus teóricos amigos le han preparado. Tanto en el Pais Vasco como en Cataluña, Sánchez y su gobierno se la juegan. Si salen derrotados, tendrá que enfrentarse a la realidad de que el candidato no sirve para ganar elecciones. Además, si ese malestar se confirma con otra derrota en la selecciones europeas , podría ser que Sánchez tras presentar su dimisión convocase nuevas elecciones generales,
Gobernar tras tantas derrotas electorales, con un escandalo de corrupción que afecta a medio partido socialista e incluso a su esposa y una situación absolutamente inestable en el Congreso imposibilita gobernar.
Mientras ese momento llega, nos esperan tres meses largos y tediosos.