Con este panorama de fondo, los mercados estadounidenses cerraron con subidas del +2,1% para el Nasdaq 100 y del +1,5% para el S&P 500. En Europa, mientras el Ibex era capaz de seguir el ritmo y se anotaba un +2%, el EuroStoxx 50 se veía afectado por varios pesos pesados (como Infineon -2,6%) y cedía un -0,4%. Los titulares más destacables son los nuevos máximos históricos alcanzados en varios índices, como el del Dow Jones que el viernes superaba los 40.000 puntos por primera vez o el Dax que tocaba los 18.847 puntos.
En los mercados de deuda se vio cierta estabilización de niveles con una ligera excepción en EE.UU. donde el coste de la deuda cedía al conocerse el dato del IPC. Si bien el +3,4% publicado (dato definitivo y esperado por los analistas) está todavía lejos del objetivo del +2% que tiene la FED, rompió la racha de tres meses consecutivos con datos más elevados que las estimaciones y regresaba a la paulatina tendencia de moderación que es lo que ha llevado a pensar que la FED podría mantener su objetivo anual de hasta tres bajadas de 25 puntos básicos en 2024. Así, el Treasury a 10 años terminaba en el 4,42% (4,5% anterior), el Bund lo hacía en el 2,52% y el Bono Español a 10 años en el 3,28%, prácticamente sin cambios en la semana. Por su parte, el mercado descuenta en estos momentos que la FED llevará a cabo dos bajadas de los tipos de interés en 2024, produciéndose la primera de ellas en septiembre. Antes de conocerse el dato del IPC las apuestas de los expertos se decantaban por una única bajada en 2024.
Por lo que respecta a la evolución de las materias primas, hay que destacar que se mantiene el tono positivo de los mercados. Ayer, lunes 20 de mayo, el oro volvía a marcar un nuevo máximo histórico tras haber subido un 1,8% la semana anterior. El crudo por su parte recupera parte del terreno perdido en las últimas semanas y subía un +1,5%. En general, los mercados de materias primas están experimentando subidas notables gracias a las buenas proyecciones económicas globales, por ejemplo, las previsiones de la Comisión Europea mejoraban hasta anticipar un crecimiento del PIB del +0,8% en 2024 y +1,4% en 2025, con unos niveles de inflación del 2,5% y del 2,1% respectivamente.
En el resto de las regiones las previsiones tienen las mismas proyecciones con la salvedad de China, donde los buenos datos que se conocen son contrarrestados por otros que siguen sugiriendo que la economía no ha logrado revertir la situación de debilidad provocada por su sector inmobiliario en el último año.
Para la semana en curso la información más destacada que pueda alterar el curso de los mercados vendrá de la mano de los discursos de los miembros de la FED y del BCE, junto a los datos de actividad económica que conoceremos tanto en Europa como en EE.UU. (PMIs).
Para terminar, hemos de comentar que a nivel geopolítico no se ha producido ninguna novedad positiva, sino todo lo contrario. El presidente iraní ha fallecido en un accidente de helicóptero este fin de semana lo que acentúa la complejidad de la situación política en Irán, ya que Raisi era considerado el heredero del gobierno del país. En Ucrania el conflicto se está recrudeciendo en los últimos días con un fuerte incremento de los enfrentamientos armados, mientras que en Gaza no se alcanza una tregua y se mantiene la intensidad de la actividad militar. Todo esto parece estar pasando desapercibido para los inversores y podría desencadenar algunas correcciones de cierta importancia en los mercados en caso de producirse un deterioro en el panorama global.