El supervisor explica en su análisis que, por primera vez, en el primer semestre de 2023 las entidades de crédito europeas han comenzado a publicar de manera estandarizada información sobre sus riesgos ESG, utilizando el marco de la divulgación prudencial o Pilar 3 y siguiendo, por ello, las plantillas e instrucciones recogidas en la normativa de la Unión Europea.
Sobre los riesgos de transición climática, las entidades han reportado indicadores para el crédito a empresas, incluyendo préstamos, instrumentos de deuda y de renta variable, y para los préstamos con garantías inmobiliarias.
Para las sociedades no financieras, las entidades deben facilitar el importe de sus exposiciones frente a sectores altamente contaminantes, englobando este concepto un número significativo de sectores con distintos volúmenes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), entre los que se incluyen el petróleo, el gas, la minería y el transporte.
Así, en total, el Banco de España ha analizado 825.400 millones de euros de la exposición de la banca a estos riesgos de transición y ha concluido que 660.320 millones de euros, es decir, el 80%, se ha invertido en empresas pertenecientes a sectores altamente contaminantes.
También ha analizado la exposición frente a empresas que se han excluido del Acuerdo de París de 2016, esencialmente, los sectores relacionados con la extracción y distribución de combustibles fósiles. En este caso, el importe de la exposición cae a 39.619 millones de euros, es decir, un 4,8% de la exposición analizada. El supervisor detalla por entidad los importes analizados: así, de Santander ha inspeccionado 351.000 millones de euros en exposición a riesgos de transición; de BBVA, 169.600 millones; de CaixaBank, 150.200 millones; de Sabadell, 58.700 millones; de Bankinter; 31.400 millones; de Unicaja, 12.400 millones; de Abanca, 17.700 millones; de Kutxabank, 10.300 millones de euros, de Cajamar, 15.800 millones; y de Ibercaja, 7.600 millones.
Kutxabank y BBVA son las entidades más expuestas a sectores excluidos del Acuerdo de París, con un 9,8% (que representan en torno a 1.000 millones) y un 8,3% (14.000 millones) respectivamente de los volúmenes analizados, según el análisis del Banco de España. Les siguen CaixaBank (7,1% del total de sus exposiciones, lo que representa 10.600 millones de euros), Sabadell (4,1%, es decir, 2.400 millones de euros), Santander (3%, 10.500 millones de euros), Abanca (2,9%, 513 millones de euros), Unicaja (1,8%, 223 millones de euros), Ibercaja (1,7%, 129 millones de euros), Bankinter (1,2%, 376 millones de euros) y Cajamar (0,5%, 79 millones de euros).
Por otro lado, analiza el riesgo de transición asociado al colateral de los préstamos garantizados con inmuebles, tanto residenciales como comerciales, así como de la cartera de adjudicados. Dicho riesgo se mide en términos de la eficiencia energética del colateral, para lo que se utiliza el certificado de eficiencia energética del inmueble. Cabe recordar, en este sentido, que desde 2013 es obligatorio contar con el certificado energético para alquiler o vender la propiedad, con excepciones como garajes, trasteros o terrenos y naves sin oficinas.
En este sentido, el Banco de España ha analizado una inversión total de 631.400 millones de euros. Señala que un elevado porcentaje de inmuebles no cuenta todavía con el certificado de eficiencia energética.
En concreto, señala que los préstamos con garantía de inmuebles residenciales representan un 84% del total, es decir 530.300 millones, y de esta cantidad, un 64% (339.400 millones de euros) no tiene el certificado. Este porcentaje asciende al 81% (71.600 millones de euros) para hipotecas comerciales, que suponen un 14% (88.300 millones) del total de préstamos de esta cartera.
Para los colaterales que sí cuentan con certificado, en la cartera residencia la etiqueta E es “claramente mayoritaria –de una escala de la A a la G–, con un 20% del total de garantías residenciales, es decir, 106.000 millones de euros. Las etiquetas de mejor eficiencia energética (A, B y C) representan un 4% del total de hipotecas residenciales (21.200 millones de euros).
En los inmuebles comerciales, de nuevo la letra mayoritaria es la E, pero “en este caso la distancia con otras letras no es tan significativa”, señala el Banco de España. Las etiquetas de mejor eficiencia energética representan un 8% del total (7.000 millones de euros).