La infraestructura, de la que un 80% transcurre por túneles, uno de ellos de 25 kilómetros, está considerada la obra ferroviaria más compleja hecha en España dada la enorme complejidad técnica que presentaba tanto en la fase de obra como en la de estudios y proyectos por las características geotécnicas del macizo que atraviesa, con hasta 40 formaciones geológicas. A esta circunstancia se añadía la necesidad de aunar los parámetros de alta velocidad y del tráfico de mercancías en una misma línea -tráfico mixto-, lo que permitirá que la Variante de Pajares pueda utilizarse por convoyes de ambos tipos rodando en cualquiera de los dos anchos, estándar e ibérico.
Tras la entrada en servicio de la Variante, la línea Asturias-Madrid mantendrá sus cinco enlaces diarios en ambos sentidos y reducirá el tiempo de viaje en una hora y quince minutos el actual -entre 4 horas y 15 minutos y 4 horas y 39 minutos-, un recorte de tiempo que se incrementará en el futuro con la adaptación del tramo León-La Robla y la incorporación la próxima primavera de los trenes Avril.
La puesta en circulación de dichos trenes, que pueden superar los 300 km/h y tienen mayor capacidad que los Alvia, permitirá además que, de cara al próximo mes de marzo, el número de plazas disponibles para los enlaces entre Asturias y Madrid se duplique respecto a las actuales.
Según las estimaciones del Gobierno asturiano, la alta velocidad elevará de 230.000 a 600.000 los viajeros que llegan cada año en tren al Principado y supondrá una gran mejora para el transporte de mercancías dado que el paso de esos convoyes por la Variante en lugar de por la rampa de Pajares permitirá duplicar su tamaño y reducir en dos terceras partes el coste para las empresas.
En su ejecución han llegado a participar de forma simultánea hasta 4.000 trabajadores y se emplearon cinco tuneladoras para la excavación en roca de un trazado que sustituirá la rampa de Pajares actual, una infraestructura del siglo XIX en vía única, que dará paso otro de doble vía y 37 kilómetros más corto, de menor pendiente y menos expuesto a las inclemencias invernales.
Los sistemas de seguridad y protección del tren han sido previamente validados para alcanzar en esta fase una velocidad máxima de 200 km/h, aunque la Variante de Pajares está diseñada para velocidades máximas de 275 km/h. Los túneles tienen tipología bitubo en el caso de los más largos para facilitar la evacuación en caso de emergencia y dispone de sistemas de entre los que destacan más de 200 ventiladores de chorro instalados para el control de humos en caso de fuego.