A fecha del 26 de marzo, se encuentra en 2,346 y la media provisional del mes en 2,410, algo por encima de la de febrero. Estas bajadas responden al recorte de tipos de interés que llevó a cabo el BCE en su reunión de marzo.
En esta reunión, el BCE hizo saber a los mercados que los tipos “se están volviendo significativamente menos restrictivos”. Esto implica que estamos más cerca de alcanzar el tipo de interés neutral, es decir, aquel que no lastra ni estimula el crecimiento económico.
Actualmente, tanto los mercados como nosotros descontamos únicamente dos bajadas en el tipo de interés del BCE en lo que queda de año. Estos recortes podrían aproximar al Euríbor a 12 meses a un suelo de entre el 2% y el 2,10% a finales del 2025. Una vez alcanzado el tipo neutral, podría ocurrir que el BCE tome asiento y confíe en que el aumento de gasto público saque a la UE del estancamiento económico, o al menos lo intente.
Dicho esto, al banco central le acecha una amenaza más inmediata: los aranceles de Trump. El miércoles, Trump anunció una nueva ronda de aranceles impuestos a los vehículos extranjeros que, por sí solos, podrían tener un impacto no despreciable en la economía europea. Este nuevo gravamen es un anticipo de lo que llegará la semana que viene cuando se desvelen los famosos “aranceles recíprocos”. Si bien Trump ha sugerido que podrían ser menos severos de lo esperado, siguen constituyendo un riesgo inmediato para la economía europea. El listón para que se produzcan más de dos recortes este año está bastante alto, pero existe la posibilidad de que el BCE se replantee la senda de su política monetaria en función de la tasa arancelaria impuesta, la respuesta de la UE y los posibles acuerdos que se alcancen. Todo ello determinará el suelo del Euríbor a 12 meses.
Con mayor probabilidad, un escenario arancelario desfavorable podría simplemente obligar al BCE a recortar los tipos antes, en su reunión de abril. Los decepcionantes datos del PMI europeo publicados esta semana respaldarían aún más esta decisión. El índice sorprendió a la baja al situarse en 50,4, lo que podría indicar que la amenaza de los aranceles está teniendo un mayor impacto en la confianza empresarial que el anunciado aumento del gasto público. Por lo tanto, un recorte de los tipos en la reunión de abril del BCE no nos parece ahora tan descabellado, ni tampoco al mercado, que lo prevé una probabilidad del 80%. Si se acaba produciendo, el Euríbor a 12 meses disfrutaría de un nuevo impulso a la baja en la segunda quincena de abril.