Así, tras retroceder un 9,5% en 2020, los ingresos agregados de los operadores dedicados a esta actividad experimentaron un incremento del 11,3% en 2021, hasta alcanzar una cifra situada en torno a los 3.650 millones de euros, recuperando así los niveles prepandemia. La manipulación de mercancías (incluyendo estiba y desestiba, carga y descarga, y almacenamiento) concentró la mayor parte del valor del mercado en 2021, un 49,6%, generando una facturación de 1.810 millones de euros.
Los ingresos por la actividad de consignación alcanzaron los 1.270 millones de euros, con una participación del 34,8% sobre el total. A continuación, los servicios de remolque supusieron el 10,8% (395 millones de euros), aportando el resto de los servicios el 4,8% (175 millones de euros).
En un escenario de moderada ralentización del volumen de tráfico de mercancías en puertos españoles debido al impacto de la guerra de Ucrania en las cadenas logísticas y de distribución, se estima que la facturación de las empresas de servicios portuarios cerró 2022 con una cifra en el entorno de los 3.830 millones de euros, cerca de un 5% más que en el año anterior.
El debilitamiento de actividad económica previsto en España y el conjunto de la Unión Europea permite anticipar una desaceleración adicional del crecimiento en 2023.
El número de empresas dedicadas a la prestación de servicios portuarios se situó a finales de 2022 en 338, excluyendo empresas consignatarias. Esta cifra viene reduciéndose desde 2008, como consecuencia del cese de actividad o la integración de pymes en grupos de mayor dimensión. La oferta sectorial tiende a concentrarse y en los últimos años los operadores líderes han reforzado su posicionamiento en el mercado. De esta forma, los diez primeros operadores concentraron de forma conjunta el 46% del valor total del mercado en 2021.