«Las tensiones persistentemente elevadas en los mercados financieros podrían endurecer las condiciones crediticias generales con más fuerza de lo esperado y debilitar la confianza», ha señalado la francesa en la reunión del Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI. En este sentido, ha reiterado que el BCE está siguiendo de cerca las tensiones actuales del mercado y sigue preparado para responder según sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la eurozona. Por otro lado, ha recordado que la guerra en Ucrania sigue siendo un riesgo significativo a la baja para la economía que podría volver a hacer subir el coste de la energía y los alimentos, mientras que el crecimiento de la zona euro también podría verse afectado si la economía mundial se debilita más de lo esperado.
De este modo, ha reconocido que las perspectivas de recuperación de la economía mundial siguen siendo frágiles en medio de la continua incertidumbre y la posibilidad de que reaparezcan las presiones en los mercados mundiales de energía y alimentos, lo que provocaría nuevos picos de precios y una mayor inflación. En este sentido, ha advertido de que los mercados laborales resistentes y el fuerte crecimiento de los salarios, especialmente en las economías avanzadas, sugieren que las presiones inflacionarias subyacentes siguen siendo fuertes.