La cifra supone un aumento del 32,38% interanual y del 118% o más que duplicar los 78.550 millones que gestionaban estos productos cuando el euríbor tocó su mínimo histórico en el -0,502% a finales de 2021 y antes de que la inflación empujase al BCE a endurecer la política monetaria. La evolución se diferencia del comportamiento en las empresas, cuya liquidez en depósitos bancarios cayó un 1,24% el pasado ejercicio, hasta 66.758 millones, aunque su posición global también engorda un 190% en la comparativa con el cierre de 2021 de acuerdo con las últimas estadísticas del Banco de España.
La suscripción del producto no ha sido ni mucho menos lineal. En el caso de los hogares, el saldo llegó, incluso, a caer un 17% durante el ejercicio 2022 cuando el BCE comenzó a subir los tipos de interés para enfriar la economía. Las razones son múltiples. Por un lado, el producto tardó en aparecer en el mercado ya que la gran banca ha descartado restituirlo al catálogo en su apuesta por fomentar otras alternativas al ahorro como los fondos de inversión y por no necesitar levantar liquidez.
Las primeras ofertas para particulares se limitaban, de hecho, a los bancos más pequeños, de nicho y neobancos, por ser clave en la relación comercial. La pronunciada subida de tipos provocó que las familias recurriesen a las huchas de ahorro para amortizar las hipotecas o acomodar sus cuotas mensuales a fin de poder sufragarlas cómodamente pese al rally protagonizado por el euríbor.
Una vez «blindada» esta posición, el saldo en depósitos de las familias ya se duplicó en 2023 y ha vuelto a crecer un 33% en 2024.
A finales del pasado año, el producto ofrecía una rentabilidad media del 2,15% después de tocar un techo en el 2,65% en junio, justo antes de que el BCE iniciase los recortes de tipos. Queda, en cualquier caso, muy encima del testimonial 0,06% que ofrecía en 2021.
Aunque los depósitos no han recuperado la importancia como producto estrella del pasado y tampoco figuran en el catálogo de todas las entidades para el conjunto de sus clientes -es más generalizado para clientes de altos ingresos-, sí se han extendido las cuentas remuneradas para captar usuarios o nóminas.
En 2024, los hogares movieron hasta 186.368 millones a depósitos entre nuevas aportaciones, renovaciones o migración de un producto a otro. Se trata de la mayor intensidad desde el año 2017 y un aumento del 42% interanual.
Las familias tienen un récord de 1,04 billones de euros en cuentas y depósitos bancarios. La cifra crece un 4,1% en el año gracias al empuje de los depósitos ya que el dinero a la vista cae ligeramente. El ahorro en imposiciones remuneradas supone un 16,36% del total de la hucha, la mayor cuota en cinco años, pero muy lejos del 73% que representaba cuando el Banco de España inició esta serie estadística en el año 2003