En este sentido, para Schnabel los costes de proteger la economía de los riesgos al alza para la inflación son comparativamente pequeños, ya que los tipos pueden volver a niveles neutrales con mayor rapidez.
Asimismo, para la economista resulta muy costoso reaccionar después de que se hayan materializado los riesgos al alza para la inflación, ya que esto podría desestabilizar las expectativas de inflación y, por lo tanto, requerir una contracción más pronunciada de la producción para restaurar la estabilidad de precios.
«Por lo tanto, debemos seguir aumentando las tasas de interés hasta que veamos evidencia convincente de que la evolución de la inflación subyacente es consistente con un regreso de la inflación general a nuestro objetivo de medio plazo del 2% de manera sostenida y oportuna», ha advertido.