«Ha habido unanimidad en cuanto a la necesidad de intensificar nuestro trabajo en las próximas semanas, con un calendario ambicioso y trabajando de manera constructiva para lograr un consenso de aquí a final de año y tener unas nuevas reglas fiscales aplicables a partir de 2024», ha destacado Calviño en rueda de prensa tras la reunión informal ministerial de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea celebrada en Santiago de Compostela.
Según ha contado la responsable económica del Gobierno español en funciones, la reunión de este sábado ha sido «muy fructífera» y permite que en las próximas semanas se empiece a avanzar en los diferentes niveles para poder llegar a poner un posible acuerdo sobre la mesa en el Ecofin de octubre. Con la vista en esa reunión, Calviño ha asegurado que hay «unanimidad» por parte de los 27 respecto a la necesidad de intensificar trabajos en las próximas semanas para lograr un consenso. «Se han mostrado todos ellos abiertos a pasar a la fase de la negociación política», ha apuntado la vicepresidenta.
Para Calviño, las reglas deben consensuarse en torno al adecuado equilibrio entre una reducción sostenida de las ratios de deuda pública sobre el PIB –y por tanto unas finanzas públicas sostenibles en el medio y largo plazo– y a la necesaria inversión y los incentivos para abordar la reformas estructurales.
Por su parte, el comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, ha destacado en la rueda de prensa la «ambición» de la presidencia española para tener antes de que acabe el año un acuerdo en torno a las reglas fiscales. «Puede que sea gran desafío, pero la presidencia española está muy comprometida», ha dicho el comisario, tras asegurar que desde la Comisión van a continuar apoyando en esos esfuerzos.
Al haber cerrado el 70% del texto de la reforma a nivel técnico, Calviño ha insistido en pasar a la negociación política en torno al regreso de unas normas fiscales que, tras cuatro años congeladas por la pandemia y el impacto de la guerra en Ucrania, volverán a exigir una reducción del déficit público por debajo del 3% del PIB y una deuda pública por debajo del 60%.
La propuesta de la Comisión al respecto otorga un mayor poder a los gobiernos para decidir cómo cumplir estos objetivos, aunque exige un ajuste anual mínimo de déficit del 0,5% del PIB hasta llegar al 3%. A su vez se plantea una reducción gradual de la deuda a lo largo de cuatro años, prorrogable hasta siete, una propuesta que cuenta con un apoyo mayoritario por parte de los 27.
Pero países como Alemania habían rechazado la propuesta vinculada a las sendas de ajuste presupuestario para cada país y defendía una reducción mínima del deuda del 1% del PIB anual para los países con una deuda más elevada, como es el caso del Estado español, y del 0,5% para aquellos menos endeudados, unos parámetros que el país considera plausibles a pesar de que algunos países los critican por ser demasiado frugales.
No obstante, desde la presidencia española se han mostrado optimistas en cuanto a objetivos numéricos de la propuesta tras las últimas reuniones y han destacado el trabajo bilateral con Alemania, con ayuda de Países Bajos y Dinamarca, para construir puentes y salir de la disruptiva de bloques en la que se encontraba la discusión. Aunque las conversaciones de este sábado hayan abordado la reforma de manera informal, fuentes diplomáticas han señalado que la presidencia española se valdrá de ellas con vista a presentar una primera propuesta de acuerdo en la próxima reunión de los ministros del ramo, que tendrá lugar en Luxemburgo el 17 de octubre.
A corto plazo, el Estado español espera presentar en el Ecofin que tendrá lugar en Luxemburgo a mediados de octubre una propuesta en torno a la reforma. Para llegar a eso, habrá una reunión informal –de alto nivel pero sin ministros– en Madrid a principios de octubre, con vistas a preparar la discusión y concertar el aterrizaje de la propuesta. Si quedara algún elemento adicional se abordaría en noviembre, mes en el que el Parlamento Europeo también espera tener su posición para posteriormente acordar conjuntamente un texto final. Además, algún ministro se ha ofrecido para tener reuniones y contactos adicionales más allá de la reunión del Ecofin de octubre que habrá que hacer porque los tiempos son muy apretados.