Los ingresos totales de los operadores logísticos, incluyendo la facturación derivada del almacenaje de mercancías y las operaciones asociadas realizadas sobre las mercancías almacenadas (manipulación, transporte y distribución), y excluyendo los servicios no asociados a operaciones de almacenaje, se situó en 5.700 millones de euros en 2022.
Dicha cifra es un 7,5% superior a la registrada en el año anterior, variación que, si bien supuso una moderación en el ritmo de crecimiento, muestra el notable dinamismo que todavía mantiene el mercado.
Por sectores de demanda, la industria de alimentación y bebidas continúa constituyendo el principal segmento de actividad para los operadores logísticos, al concentrar en 2022 el 41% del valor total del mercado. A continuación, figuran los sectores de automoción y de farmacia, droguería y perfumería. El tipo de servicio que más contribuyó al crecimiento del sector es el de almacenaje y otras operaciones en almacén, que representó ya casi la mitad de la facturación sectorial. También el segmento de transporte y distribución experimentó un crecimiento significativo, del 6,4%, pasando a suponer el 51% de la facturación total en 2022. A corto y medio plazo, el negocio de los operadores logísticos continuará incrementándose, aunque se prolongará la tendencia de desaceleración, como consecuencia del freno en el crecimiento del conjunto de la actividad económica, la elevada inflación y el mantenimiento de los costes en niveles elevados. A pesar de la entrada en el sector de nuevos competidores, sigue apreciándose una notable concentración de la oferta. Los cinco primeros operadores obtuvieron en el año 2022 una cuota de mercado conjunta del 37%, en tanto que los diez primeros reunieron el 55% del volumen de negocio sectorial.