Eso es así, porque en un alarde de debilidad los padres de la Constitución viendo el panorama, decidieron que ese sistema podría ahorrar disgustos y elecciones cada dos por tres. Sin embargo, puede que el remedio haya sido peor que el mal y en estos momentos, un nefasto gobernante como don Pedro, puede seguir gobernando gracias a esa falacia y en su último Consejo de Ministros del año, el de hoy mismo, aprobará su decreto número 142 y seguirá siendo, el presidente del Gobierno que ha batido todos los récords en los cinco años y medio que lleva en la Moncloa.
Como se recuerda, Rodríguez Zapatero aprobó 107 en siete años y medio de presidente; en el caso de Rajoy fueron 106 en seis años y medio y finalmente, Aznar dictó 127 en sus dos mandatos.
Lo malo de todo esto es que este liderazgo no ha hecho mas que empezar y la senda se presenta compleja y complicada por lo que el actual récord puede ser pulverizado, no una, sino muchas veces a lo largo de esta legislatura, Sánchez seguirá abonado al decreto ley con aún más asiduidad, a pesar de que está constitucionalmente reservado para casos de «extraordinaria y urgente necesidad».
Pero las cosas no van a ser fáciles, puesto que a la precaria mayoría parlamentaria que ya arrastraba en la pasada legislatura, en esta hay que sumar la emancipación de Podemos, con quien el PSOE tendrá que negociar por separado y al margen de Sumar; la entrada en escena de un Junts con Puigdemont deseoso de lograr su victoria sobre Madrid; y por último, no podemos olvidarnos de las peleas de los independentistas entre si y a cuatro bandas con caprichoso y exigencias del todos los colórenos imprescindible.
Así que de momento, el Consejo de Ministros de la semana pasada aprobó los dos primeros: un decreto ley de reforma del subsidio de desempleo, necesario para que la UE active el nuevo tramo de los Fondos Next Generation solicitado por España, de 10.000 millones de euros; y otro con medidas para para la transformación digital y procesal de la Administración de Justicia. Hoy le ha tocado el turno al tercero en forma de “ómnibus”.
Pero cuidado, los independentistas ya han dado el primer aviso por boca de la inquietante Nogueras quien ya ha avisado de que su grupo votara en contra del segundo de estos decretos presentados por Sánchez para su convalidación parlamentaria y así entrar en vigor, y sus votos son vitales
Como ya es sabido, el Gobierno de coalición hace unas semanas tenía 152 escaños pero ahora solo cuenta con 147 (por la marcha de Podemos al Grupo Mixto). Y lo que es peor: que necesita a todos sus socios todo el tiempo.
Para la aprobación de leyes ordinarias y la convalidación de reales decretos ley, el Ejecutivo va a precisar siempre más votos a favor que en contra. Y, por lo tanto, al menos 172 votos, puesto que el PP, Vox y UPN suman 171. Si los siete diputados de Junts votan en contra de la convalidación de un decreto ley, el decreto decae. Si lo hace ERC, también. Si lo hace el PNV, también. Si lo hace Bildu, también. Si lo hace Podemos, también.
Lo mejor de todo es que en su gran balance de fin de año, nuestro Pedro se olvido de todo esto y solo advirtió de que estará al frente del Gobierno toda la Legislatura, cuatro años más.
Si el lo dice, habrá que creerle, porque nunca miente.