Además, ha reiterado que «resulta apropiado un enfoque gradual y cauteloso para la retirada de la política monetaria restrictiva» y cree que la política monetaria «deberá mantenerse restrictiva durante un tiempo suficiente» hasta que se disipen aún más los riesgos de que la inflación retome de forma sostenible el objetivo del 2% a medio plazo.
En concreto, el Comité de Política Monetaria del organismo británico ha votado por una mayoría de ocho a uno a favor de esta pausa, mientras que un miembro prefirió reducir los tipos en 25 puntos básicos. El BoE considera que «se han logrado avances sustanciales en la desinflación en los últimos dos años, gracias a la disminución de las perturbaciones externas previas y a que la postura restrictiva de la política monetaria ha frenado los efectos colaterales y estabilizado las expectativas de inflación a largo plazo».
«Este progreso ha permitido al Comité de Política Monetaria retirar gradualmente cierto grado de moderación política, manteniendo al mismo tiempo el tipo de interés bancario en un rango restrictivo para continuar controlando las persistentes presiones inflacionarias», añade en el comunicado.
No obstante, reconoce que la guerra comercial global se ha intensificado: «La volatilidad del mercado financiero ha aumentado a nivel mundial, lo que refleja una intensificación de la incertidumbre geopolítica y de la política comercial». El organismo asegura que seguirá de cerca los riesgos de persistencia de la inflación y lo que la evidencia pueda revelar sobre el equilibrio entre la oferta y la demanda agregadas en la economía.
Así, de cara a las próximas decisiones, el BoE explica que, de observarse una debilidad mayor o más prolongada de la demanda en relación con la oferta, «esto podría reducir las presiones inflacionarias, lo que justificaría una trayectoria menos restrictiva».
Mientras que, de darse una oferta más restringida en relación con la demanda y una mayor persistencia de los salarios y precios internos, incluyendo los efectos secundarios relacionados con el aumento a corto plazo de la inflación, «esto justificaría una trayectoria de política monetaria relativamente más restrictiva».