Esta cifra se traduce en 1.400 millones de las 3.400 millones de personas que componen la mano de obra mundial, según las estadísticas del Banco Mundial.
La información, obtenida a través de dos amplias encuestas, una con 3.000 líderes globales en 28 países y otra con 21.000 trabajadores en 22 países, revela que la adquisición de nuevas competencias por parte de los empleados actuales es uno de los principales problemas de talento. También, que el impacto de la IA variará según los grupos de empleados.
Los trabajadores de todos los niveles sentirán los efectos de la IA Generativa, pero se espera que los empleados de niveles inferiores vean el mayor cambio. En este sentido, el 77% de los ejecutivos encuestados afirma que los puestos de nivel básico ya se están viendo afectados por la IA Generativa y que esto se intensificará en los próximos años. En cambio, sólo el22% de los encuestados afirma que los puestos ejecutivos o de alta dirección ya se están viendo afectados.
No obstante, IBM destaca que la IA puede abrir más posibilidades a los empleados al mejorar sus capacidades. De hecho, el 87% de los ejecutivos cree que es más probable que crezca el número de empleados en lugar de que sean reemplazados por la IA Generativa. Algo que varía según las funciones de cada uno: el 97% de los ejecutivos cree que los empleados de compras tienen más probabilidades de crecer que de ser reemplazados, en comparación con el 93% de los empleados de riesgo y ‘compliance’, el 93% de los de finanzas, el 77% de los de servicio al cliente y el 73% de los de marketing.
Otro dato relevante que encuentra el estudio es que los empleados encuestados se preocupan más por hacer un trabajo significativo que por la flexibilidad y las oportunidades de crecimiento, pero los líderes no siempre están en sintonía con sus necesidades. Con la IA preparada para asumir más tareas manuales y repetitivas, los empleados encuestados afirman que realizar un trabajo que tenga impacto es el factor que más les preocupa, más allá de la remuneración y la seguridad, más importante que la flexibilidad laboral, las oportunidades de crecimiento y la equidad.
Además, casi la mitad de los empleados encuestados cree que el trabajo que hacen es mucho más importante que para quién trabajan o con quién trabajan habitualmente. Sin embargo, para los ejecutivos encuestados, el trabajo con impacto es el factor menos importante para sus empleados y señalan, en cambio, la flexibilidad laboral como el atributo más importante, más allá dela remuneración y la seguridad.
Una de las conclusiones de este estudio de IBM es que “automatizarlos procesos deficientes no los mejorará”. Es decir, que en lugar de automatizar las mismas actividades de siempre, se debe encontrar una forma mejor de avanzar.
La minería de procesos puede analizar cómo se realiza el trabajo y dónde existen cuellos de botella u otras ineficiencias. A partir de ahí, puede replantearse y rediseñar cómo se hace el trabajo, identificando dónde puede tomar la iniciativa la IA y dónde es fundamental la experiencia y el contacto humano.
Otra conclusión de este estudio es que “este es un momento crucial para que los líderes de recursos humanos ayuden a definir la estrategia de transformación de la organización y cómo combinar a las personas y a la IA para llevarla a cabo”.
Por eso, señala que los líderes de recursos humanos deben de impulsar la planificación, el diseño y la estrategia de la plantilla, como la definición de un trabajo de mayor valor, la identificación de las funciones y habilidades críticas del futuro y la gestión de la contratación, el cambio de personal a nuevas funciones, la retención y mucho más. También deberán estar a cargo de la revisión de funciones, la identificación y eliminación de tareas de menor valor que pueden ser gestionadas por la IA, la fusión de funciones para crear otras nuevas, la ampliación de funciones para incluir tareas como la aplicación o gestión de herramientas de IA y el desarrollo de habilidades para las tareas de mayor nivel realizadas por personas.
Por último, entre las conclusiones de IBM también figura que se debe dar más sentido a los puestos de trabajo poniendo al empleado “en el asiento del conductor”. Es decir, que la IA tiene el potencial de transformar la experiencia del empleado, ya que puede automatizar tareas mundanas, y permite a las personas centrarse en las tareas que más les apasionan, liberando su tiempo para el desarrollo de habilidades o el equilibrio entre la vida laboral y personal.