Sin embargo, el Euríbor a 12 meses sí que notó la nueva relajación en la política monetaria, habiendo encadenado varias jornadas consecutivas de bajadas hasta alcanzar el 2,431 el miércoles 12 de marzo. Si hubo algo que llamó la atención en las comunicaciones del BCE, fue la introducción de la siguiente frase: “la política monetaria se está volviendo significativamente menos restrictiva”. Con este matiz los dirigentes del banco central han hecho saber al mercado que el tipo neutral, es decir, aquel que ni restringe ni estimula la economía, está más cerca de lo que se había pronosticado inicialmente. Esto ha provocado que se rebajen las expectativas para un nuevo recorte de tipos en la próxima reunión del BCE en abril, pasando a ser nuestro escenario base que se mantengan intactos. Esto podría provocar una estabilización del Euríbor a 12 meses en torno a la franja del 2,350 y 2,450 en el próximo mes. Asimismo, el rearmamento de los países europeos estimulará en el medio plazo el crecimiento económico, reduciendo la necesidad de que el BCE baje los tipos por debajo del nivel neutral. Esto disminuiría aún más las posibilidades de que se produzcan nuevas bajadas a medio plazo en el Euríbor a 12 meses.
En otros asuntos, esta semana han entrado en vigor los aranceles del 25% impuestos por Trump al aluminio y el acero. La UE ha respondido con medidas de represalia hacia EE.UU., que equiparan el daño infligido a las exportaciones europeas por un valor de 26.000 millones de euros. Dado que una guerra arancelaria perjudicaría a las empresas y los consumidores de ambos países, las medidas entrarán en vigor a mediados de abril, dejando cierto margen para negociar un acuerdo menos lesivo. En este contexto de incertidumbre comercial y geopolítica extrema, Lagarde advertía ayer que la inflación podría volverse más persistente y volátil si se producen grandes perturbaciones económicas, dificultando que esta converja al 2%. En una posible guerra arancelaria con EE.UU., es posible que la incertidumbre en torno a la inflación crezca y se produzca un deterioro económico si se caen las exportaciones. Dicho esto, teniendo en cuenta el impulso económico que va a generar la inversión europea en defensa y la alemana en infraestructura, creemos que el BCE no estará dispuesto a relajar la política monetaria de forma demasiado agresiva. Por tanto, seguimos observando un margen bajista reducido para el Euribor.