Esta es una de las principales conclusiones del análisis ‘Situación del mercado de obra nueva en 2023’ realizado por el portal inmobiliario. En él se refleja que el 64% de los españoles que han comprado una vivienda en los últimos doce meses ha considerado la opción de adquirir una vivienda de obra nueva. Este porcentaje es algo inferior al registrado en 2022, cuando alcanzó el 66%, pero todavía se encuentra por encima con respecto a 2021, cuando eran un 61%.
La fluctuación de este valor es similar al de la demanda que busca vivienda indistintamente en obra nueva o en inmuebles de segunda mano, ya que del 49% de 2022 ha descendido doce meses después al 44%, una cifra también superior aún a la de 2021, cuando era el 40%. Frente a estos descensos destaca el incremento de los compradores que contemplan adquirir exclusivamente obra nueva, ya que desde el 16% del pasado año suben en 2023 hasta el 20%. Esto se traduce, a la hora de plasmar de manera efectiva la adquisición, en una subida desde el 40% al 46% de los que, dentro de ese 64% que consideraron comprar obra nueva, cerraron una operación de este tipo.
Consecuentemente, los que dentro del grupo que se planteó comprar obra nueva, pero en último término se decidieron por la segunda mano descendieron del 60% de 2022 al 54% doce meses después. Por su parte, los compradores que no consideraron en ningún momento el mercado de obra nueva fueron el 36%, un punto porcentual más que el año anterior.
A pesar de que el interés por adquirir obra nueva parece haberse estancado, e incluso retrocedido levemente, la adquisición efectiva de este tipo de inmuebles ha experimentado un significativo avance.
Así, en 2023 han sido el 31% los compradores los que han adquirido una vivienda de nueva construcción, mientras que doce meses antes este porcentaje se quedó en el 27%. Y, si retrocedemos hasta el 2021 y el 2020 fueron el 30% y el 32% respectivamente. Puede afirmarse, por tanto, que en 2023 se ha alcanzado prácticamente el mismo porcentaje en que se encontraba el mercado al inicio de la crisis sanitaria derivada de la covid-19. Sin embargo, queda todavía muy lejos del 37% recogido en 2019.
Como conclusión, la participación de particulares en el segmento de obra nueva permanece este año estable desde 2022 debido a un doble motivo: por un lado, como se ha dicho, aumenta la consideración de los que solo se plantean obra nueva (20%). Y, por otro lado, disminuye la predisposición de aquellos que compran tanto obra nueva como segunda mano.
«La demanda de obra nueva se recupera y vuelve a alcanzar una de sus cotas más altas, por lo tanto, los niveles de adquisición de la vivienda a estrenar también aumentan. Se detecta cómo el interés por la vivienda de nueva construcción se refuerza en plena situación de moderación de compra de vivienda debido a las particularidades que ofrece», señala Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa. «Las características de sostenibilidad y de eficiencia energética con las que cuenta esta tipología están siendo foco de los compradores, que buscan el ahorro en el largo plazo y evitar reformas. Esta nueva subida podría deberse al cambio en el perfil del comprador que sigue manteniéndose en el mercado a pesar de las alteraciones monetarias, y al ser más solvente opta por esta tipología que muestra un mayor precio con respecto a la vivienda de segunda mano».