De hecho, y con Sánchez en Valencia tratando de lavar su imagen acudiendo al post incendio, la ministra de Defensa, Robles, y la vicepresidenta del Gobierno, titular de Hacienda, y mandamas del Psoe, Montero, han enseñado la puerta de salida al exministro de Transportes y actual diputado del PSOE, Ábalos; salpicado por el caso Koldo.
Es decir, desde el Moncloa y Ferraz han iniciado la campaña para marcar las líneas defensivas, el foso salvador para que Sánchez disponga de jun cortafuegos y evitar.así una escalada de polémicas en torno a las comisiones ilegales que presuntamente se cobraron en los contratos que su Gobierno firmó en plena pandemia de coronavirus para adquirir mascarillas.
Robles ha aseverado que «no me corresponde a mí decirlo, cada uno tiene que saber lo que tiene que hacer en cada momento».
No obstante Robles ha comentado que «este es un país en el que todos hacemos juicios paralelos pero lo importante es lo que digan los jueces y por tanto colaboración máxima con la justicia para que llegue hasta el final en determinar las responsabilidades que pueda haber».
Por su parte, Montero ha manifestado –durante un acto en la ciudad andaluza de Cádiz– que «el sumario no lo conocemos», aunque le corresponde a Ábalos «tomar cualquier decisión en este sentido». Así, la vicepresidenta del Gobierno ha afirmado en tres ocasiones que «yo sé lo que haría», pero que «no puedo decir lo que el señor Ábalos quiere hacer».
En definitiva y previendo un fin de semana lleno de nuevos datos sobre la corrupción y las personas que participaron en cualquiera de sus facetas los sanchitas tratan de separar su realidad de lo acontecido no hace mucho tiempo cuando ellos ya eran los responsables de la limpieza política y que para colmo habían utilizado ese argumento como instrumento clave para llegar al Gobierno.
Lo van a tener muy difícil, sino imposible para salir sanos y salvos de todo este cumulo de golferías y torpezas, de las que ojo, el principal responsable es el líder